Bitácora de Isabel Huete

SOLIDARIDAD CON HAITÍ

SOLIDARIDAD CON HAITÍ
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31 marzo 2009

A mis queridos/as impacientes :)

No estoy calladita porque quiera... ¡Es que he empezado en mi nuevo curro y estoy intentando dar la talla y no defraudar! Ay, mi niña, esa autoestima tuya es un peligro... Casi me había olvidado lo que es trabajar después de que me han tenido ninguneada durante cuatro años. En fin, que estoy encantada pero tengo mucho menos tiempo que antes.

La entrada sobre la presentación del libro no la pondré hasta que me pase las fotografías que sacó un amigo fotógrafo, las cuales sólo pude ver en su cámara y creo que es un manta con eso de los ordenadores y no sabe cómo descargarlas... Pero adelanto que estuvo muy bien, casi de lujo, si no llega a ser porque Andreu Navarra, que durmió en mi casa con Judith, su mujer, es alérgico a los gatos y se pasó la noche llorando a lágrima viva y moqueando... ¡Lo siento querido amigo! La próxima vez esterilizaré la habitación... Es un solete, ni siquiera se quejó.

Una cosa estupenda que me pasó fue que vino Donce, bloguera de pro, a la que no conocía en persona y me encantó. Ya comentaré más sobre ello cuando lo cuente todddditoooo, tó.

Sigo aquí y os quiero.

Amistad y poesía.

26 marzo 2009

Madrugá con estrellas

(Dibujo de Myriam Cameros Sierra, coautora del cuento
La Cenicienta que no quería comer perdices)

Esta vida nuestra creo que sufre trastorno bipolar. Hoy te abre en canal y mañana te baña en luces. Para superar esta infame montaña rusa hay que tener mucho temple y gratificarse dándole unos buenos bocados al chocolate, cuanto más negro mejor.

Ayer las sombras parecían querer cubrirlo todo, aunque mi vieja y herrumbrosa espada consiguió mantenerlas a raya. Hoy siquiera han osado atravesar la barandilla de mi balcón. Mi sonrisa las ha persuadido y mi mirada resplandece de tal manera que no han podido extender sus negros tentáculos.

Y es que frente a los dragones cabrones siempre surge un caballero andante que proteje a la princesa. Por un día he sido princesa y F.P. , mi caballero, los ha lanzado al abismo.


F.P. no llega todavía a ser un amigo pero sí una gran persona que ha luchado desinteresadamente a mi lado y me ha devuelto el pedacito de existencia que creía ya perdido y la fe en la gente de bien. Mi agradecimiento es infinito. Quiero llevármelo a brindar con cava por la victoria.


Grandes personas y poesía.

25 marzo 2009

Madrugá taurina


Hay un silencio extraño a estas horas de la madrugada. Sin duda la vorágine del día nos ayuda a sentirlo más cuando llega. El gato se retuerce entre mis piernas exigiendo que me vaya a dormir; no le gusta que me quede despierta hasta tarde. Aunque me caigo de sueño me resisto al abandono en los brazos de Morfeo. A veces es como si la vida tirara de mí, celosa de que abandone la vigilia. Sin embargo no se lo agradezco como en otras ocasiones porque últimamente percibo cierto ensañamiento por su parte poniéndome las cosas difíciles. No está correspondiendo como debiera al gran amor que siento por ella, pero ignora lo persistente que puedo llegar a ser.

Desempeñar un trabajo con la única finalidad de que te permita comer no es un plato de buen gusto y a mí ese plato se me está indigestando últimamente. He tenido que guardar las formas hasta límites inimaginables en aras de mantener en pie un pedacito de mi existencia, relegando la mala leche y los insultos a los confines de mi pensamiento. Y es que hay gente a la que el corazón y, lo que es peor, la razón, se le han tornado residuos tóxicos. No nacieron en la miseria pero han elegido volverse miserables. Los vaivenes del poder tienen eso: los que lo alcanzan arremeten con todo hasta dejar los despachos como un erial, transformando a sus ocupantes en desechos laborales para que lleguen otros y los tiren a la basura. Se oye a las hienas reír por los pasillos al olor de los cadáveres.


Se me han quemado las pestañas de tanto mirar de frente; han ardido mis labios de tanto derroche de palabras amables mientras se iban abrasando todos los argumentos; mis manos han dibujado miles de gráciles siluetas en conversaciones que otros han olvidado en cuanto he salido por la puerta. Me he sentido como un toro bravo engañado por el rojo color de un capote. Y he notado la arena del ruedo insegura bajo mis pies. No he podido esquivar las banderillas y percibo el calor de la sangre derramándose por un costado, pero antes de que intenten entrar a matar me quedan aún muchas cornadas por repartir. Yo intento mostrarme como un toro de casta pero sé que, en el fondo, a sus ojos no paso de ser una vaquilla. ¡Si yo sólo quiero que me dejen correr por los campos y pastar entre las flores!


De los toros no me gustan los toreros y su espectáculo sanguinario; tampoco me gustan las personas que en la vida se comportan como ellos pero, por desgracia, las hay a puñaos y para que existan siempre tiene que haber alguien que haga de toro. Esta vez me está tocando a mí pero no se lo voy a poner fácil.

¡Serán cabrones!

Resistencia y poesía.

21 marzo 2009

Fiebre y ciudad en Madrid



Por supuesto estáis todos/as invitados y a los/as de Madrid que no vengáis os pondré en mi libreta negra... Así que ya sabéis:

El sábado 28 de marzo a las 20:00 h.
NO TENÉIS MEJOR OPCIÓN QUE ÉSTA

También rogaría a los que queráis y podáis que distribuyérais esta invitación entre vuestros amigos/as.

Más que poesía.

18 marzo 2009

Sigo aquí, leyéndoos cada día y especialmente cabreada

Me pregunta Cesc si estoy perdida... No exáctamente, algo desconcertada con algún que otro problemilla laboral e intentando solucionarlo. Parece que pronto se arreglará.

Yo creía que los fantasmas eran los únicos que incordiaban de vez en cuando mi sueño, pero les ha salido un potente competidor: la dichosa Iglesia. Cada día me pone más enferma. Soy antropológicamente anticlerical. Los curas son como los bancos: chupasangres, indecentes, tramposos, aprovechados. Nacen, crecen, se reproducen y mueren a costa de nuestros bolsillos y, encima, nos quieren condenar al infierno.

¡Pobres linces, la que les ha caído!

¡Aborto libre de una puñetera vez!

Y encima el papá Papa les dice a los camerunenses que no se pongan preservativo, que es pecado, que se hagan un nudo ellos o se cosan las entrañas ellas, o que se mueran de sida por promíscuos, por gañanes, por pobres, por miserables. Vergonzoso.

La Iglesia católica no es poesía.


08 marzo 2009

Que nadie ni nada nos calle. Mujeres en la calle (8/03/09)

Día de la mujer trabajadora (I.Huete/09)

Día de la mujeres trabajadora (I.Huete/09)

Día de la mujer trabajadora (I.Huete/2009)

Día de la mujer trabajadora (I.Huete/09)

Día de la Mujer trabajadora (I.Huete/09)

Día de la mujer trabajora (I. Huete/09)


Nunca hay que pararse (Video de I.Huete/09)



El machismo que no cesa (Video de I. Huete/09)

Mujeres en lucha y poesía.

05 marzo 2009

Salud política


A veces nos ponemos malitos y no lo queremos asumir; lo que nos receta el médico lo guardamos en un cajón por si nos sirviera en otra ocasión y cuando nos preguntan respondemos que estamos de lujo, que tenemos algún achaquillo de vez en cuando pero nada serio. El miedo al deterioro hace que no nos reconozcamos en el espejo y empezamos a recomponernos intentando disimular esas ojeras que son como luces rojas en la oscuridad; los labios, por más que intentemos levantarlos por las comisuras, se arquean hacia abajo en un rictus de amargura y nuestra sonrisa se parece más a la de las llenas que a la de la dulce Caperucita.

Otras veces la enfermedad es producto de la aprensión y, sin padecerla, los síntomas se nos incrustan en los huesos y caminamos con el rostro desfigurado y el paso vacilante. La angustia nos domina porque no entendemos qué es realmente lo que nos pasa y si el especialista nos dice que nos convendría visitar a un psicólogo, lo más que se nos ocurre es pensar que es un incompetente. ¿Qué tendrán que ver estos mareos con un psicólogo? Da igual que nos acostemos para ver si se nos pasa: ese horrible malestar sigue mordiéndonos las entrañas y pensar en una posible muerte se vuelve un tema recurrente. De pronto nos descubrimos rezando a ese dios del que llevamos la tira de años renegando: por favor, ya sé que no he hecho las cosas bien, pero, anda, cúrame de este mal que no me deja vivir; si lo haces prometo que a partir de ahora iré a misa todos los domingos, y me confesaré, y estaré más con los niños, y diré siempre la verdad, y no me comportaré como una bestia parda con mis inferiores, y haré la vida a los que me rodean más placentera, y no me atiborraré de tarta de chocolate... ¡Pero haz algo, por favor! ¡No me quiero moriiiiiiir!

Así veo a los políticos desde hace algún tiempo... A algunos, especialmente, deberían comérselos los gusanos.

Desencanto y poesía.

03 marzo 2009

El fondo de los cajones esconden sorpresas


En la tarea de ordenar todos mis papeles y tirar muchas cosas inútiles ahora que he convertido mi casa en una cajita de bombones (bueno, es un decir), me reencontré con una micro-historia de amor a través de la única correspondencia que tuve con el interfecto, hombre casado pero aburrido de estarlo y de trayectoria personal muy reconocida en los ambientes políticos y culturales de la época (hace 20 años más o menos). Yo ya lo había olvidado pero no hay como guardar recuerdos para que estos vuelvan al presente como fantasmas simpáticos con cadenas de cristal.

Transcribo la carta que me envió, antes del viaje a China que iba a iniciar, y la que yo le contesté porque ambas me parece algo curiosas.


"Te veré en China. A la puesta del sol me encontrarás esperándote, vestido de gris y oro, en el primer ángulo izquierdo de la gran muralla.

No te retrases demasiado. Tengo entendido que el sol se pone rápido y mi discurso dura varias horas.

Madrid, Maribel, es un lugar para desconocidos. En Pekin los niños no lloran. Todo es muy íntimo. No te dejes llevar por la multitud.

Piensa cosas despacio. Humedece tus labios con la lengua y desemboca suavemente hacia la inteligencia. Hacia mí.
A."

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"Me fue difícil encontrarte. Cuando tú llegaste llevaba yo esperándote varias horas. Vi cómo te acercabas por el camino con paso seguro pero lento. Vestido con los colores de la lluvia y el sol.

Resultaba yo tan insignificante al lado de la gran muralla que apenas notaste mi presencia. Agité mi mano y sonreíste.

Cuando empezó tu discurso tomé asiento a tu lado, cerré los ojos y me dispuse a escuchar. Tu voz llegaba hasta lo más hondo de mis pensamientos, taladrándolos uno a uno.

Han pasado los días y las noches y tus palabras vuelven una y otra vez a mi sin yo ir a buscarlas. He comprendido que debo acostumbrarme a convivir con ellas porque son mi única compañía en las horas de soledad.

El camino hacia la inteligencia, que no es lo mismo que hacia ti, es largo. Con el tuyo no reparo en la distancia ni en el tiempo porque sé que me esperas y cualquier noche, bajo las estrellas, nuestra comunión será perfecta. Creo.
M."

Fue un micro-amor porque acabé aburriéndome de tanta vanidad y decidí que lo aguantara su santa que, por cierto, era una bellísima persona. En todo caso, aunque no me hubiese aburrido, nunca se me ocurrió pensar que fuera a durar demasiado. Los hombres casados tienen eso, que o asumes que eres la amante o vas de culo. Y los/as amantes, por lo general, tienen poco recorrido pero mucha más libertad para salir por piernas.

Sorpresas y poesía.

FOTOLIA