Una vez llegué a soñar que escapaba a un hermoso lugar en las montañas de un país del norte durante la Navidad para encontrarme en una casita perdida con alguien a quien quería, rodeados de nieve, y nos quedábamos dormidos al calor de la chimenea leyendo un cuento de gnomos bajo una manta marrón.
Como no era más que un sueño, me compré una pequeña urna de cristal llena de agua, en forma de cúpula, en la que dentro hay una casita de rodeada de abetos y sobre la que cae una intensa nieve al agitarla. Era una forma de mantener vivo un sueño que nunca pude, ni podré, hacer realidad. Todas las navidades agito esa pequeña urna donde se refugian mis quereres y con ellos mi fantasía.
Hoy todavía no es Navidad pero ha nevado sin necesidad de agitar nada; tampoco estoy en ningún lugar de montaña ni espero a nadie en ningún refugio, pero este pueblo de Tembleque, puerta de La Mancha, puede ser también muy bello cubierto de blanco y no he podido resistirme a fotografiar algunos de sus rincones tapizados por la nieve.







Tres detalles del corral de la casa de Tembleque


El único inconveniente es que quería regresar a Madrid esta mañana y no he podido a causa del estado de la carretera de Andalucía: Tráfico recomienda no conducir durante todo el día por toda la zona y me perderé el concierto que da esta tarde Diego Fernández Magdaleno en el Auditorio Nacional... A estas horas ya habrá comenzado y sus manos estarán recorriendo el teclado del piano con esa delicadeza y sensibilidad a la que nos tiene acostumbrados. Tocará obras de varios autores españoles en homenaje a Ramón Barce y encandilará a todos los presentes entre los que no podré estar... Tendré que conformarme con imaginármelo y esperar al próximo concierto que dé en Madrid.
Foto que le hice a Diego durante el último concierto que dio en Madrid en la SGAE
Siento que hoy me pierdo algo grande y sin embargo no puedo maldecir a la nieve porque también me trasmite la belleza de su propia música.
Mañana espero poder regresar y no perderme también la inauguración de la exposición de pintura que hace Benito Lozano en la Galería Rafael García, en la mismita Puerta de Alcalá.
Nieve y poesía.