Bitácora de Isabel Huete

SOLIDARIDAD CON HAITÍ

SOLIDARIDAD CON HAITÍ
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28 febrero 2009

Madrugada


Las 2:50 h. de la madrugada y sólo puedo pensar en el placer
de caminar entre las brumas del amanecer.

Amanecer y poesía


25 febrero 2009

Mi suerte


Después de visitar al dentista venía pensando en el autobús en lo que expresé en mi anterior comentario y me reía por lo bajini celebrando mi suerte. Sé que la suerte no tiene el mismo valor para todo el mundo o las razones que la provocan difieren mucho entre unas personas y otras. Hay quien la suerte la fundamenta en la parte económica, otros en la pareja y/o en los hijos, muchos lo hacen en razón de su trabajo si ejercen ése que siempre desearon, algunos en el reconocimiento de sus actos, no pocos en la capacidad para hacer amigos y poder juerguearse a placer con ellos, y hay quienes la práctica del sexo de forma más o menos frecuente lo consideran un bien inconmensurable. Hay muchos más motivos para creer que la suerte nos acompaña pero conozco a poca gente que considere una suerte no tener que ocuparse más que de sí mismos o situarlo como una prioridad antes de compartirse con otros.

Ése es mi caso. No necesito cuantificar o medir nada de lo que me rodea para ser feliz: ni el dinero, ni el amor, ni el trabajo, ni los amigos, ni la familia, ni el reconocimiento, ni tan siquiera el sexo; todo tiene valor en sí mismo. No siempre fue así, lo reconozco, pues hubo un tiempo en el que la posesión material o afectiva eran el objetivo a conseguir, la razón de mis despertares y el recuento habitual de mis noches en conversación con la almohada, o el perro, o el gato.


Si no he tenido hijos ha sido porque, aún pudiendo haberlos tenido, no encontré la persona con la que me apeteciera compartir tal responsabilidad; también puede ser que no quisiera encontrar a nadie por ser yo quien no quisiera asumir tales obligaciones, cuestión que no descarto. Tuve un marido que me duró tres años en los que envejecí diez de tanto librar batallas estériles. Estudié la carrera que deseaba creyendo que ser licenciada me aportaría mayor grado de reconocimiento y sólo conseguí que, dada mi tendencia a decir lo que pienso, me ningunearan allá por donde aterricé, salvo honrosas excepciones que nunca olvidaré. Mi carácter coloquial y expresivo tampoco ayudó a que se fijarán más en mis circunvalaciones cerebrales que en otras que considero innecesario especificar. Eran otros tiempos aunque no demasiado diferentes de los actuales aunque algo hayamos avanzado a fuerza de legislación.


Bebí (quizá para olvidar o para sobrellevarme) durante muchos años y aterricé algunas veces en mi cama sin darme tiempo ni a encender la luz; también empalmé la juerga nocturna con el trabajo y a pesar de los vaivenes de mis neuronas cumplí como debía aunque a disgusto. De una forma u otra siempre procuré vivir a mi manera aunque mis maneras, por estar las más de las veces al margen de la ortodoxia imperante, me acarrearan más perjuicios que beneficios, pero no supe valorar ni lo uno ni lo otro porque la práctica del pragmatismo nunca fue mi fuerte, como tantas otras cosas; al menos eso me procuró no deber nada a nadie ni que nadie me debiera nada a mí.


Mi suerte es que, con más inconsciencia que conciencia, fui forjándome un carácter independiente y rebelde que me ha permitido ser autónoma y autodidacta en casi todo. He hecho profesión de fe de mi libertad para acertar y para equivocarme y los años me han enseñado que perdí muchos de ellos en búsquedas inútiles por infructuoas y que querer tener los bolsillos atiborrados no es más que un lastre que acaba dañando las vértebras lumbares.

Mi suerte es haber ido despojándome de lo que sonaba a hueco y haberme quedado con la melodía que invita a bailar a los sentidos y al corazón.
Desechar lo fútil es desprenderse de la soga que te aprieta hasta robarte el aire, renunciar al tedio o a la desidia y recobrar la mobilidad de la mente y del cuerpo. El cuerpo no nos puede ser ajeno cuando el desvarío nos acosa porque es su primera víctima. El Yo es nuestra principal responsabilidad y llevarlo a navegar por aguas serenas con el viento a favor es cumplir con una responsabilidad obligada. Un Yo sin carta de navegación ni brújula aboca a la nave al hundimiento seguro.

Mi suerte es haber conseguido asumir la responsabilidad que tengo respecto a mí; mirarme en el espejo y encontrarme sin dejar de enamorarme de sus brillos, descubriendo miles de vidas más allá de los perfiles de mi imagen. Mi suerte es haber llegado a ser como siempre soñé ser y mostrarme sin miedos.


He crecido (y seguiré creciendo) hasta donde he podido: soy una viruta de grano en un silo a rebosar, pero la pequeñez es lo que menos me importa porque seré la primera en salir volando cuando se abran las puertas.

Suerte y poesía.

24 febrero 2009

Un día más


Tenía tareas acumuladas y me he lanzado a las calles para hacerlas: que si concertar fecha para la presentación den Madrid del libro de Andreu Navarra, Fiebre y ciudad (por fin el 28 de marzo), que si cambiar las ruedas traseras del coche porque estaban las pobres como la piel de un bebé, que si comprar en Carrefur, que si recoger varillas de metacrilato para seguir haciendo jaulas... En fin que he acabado molida.

Pensaba mientras iba de un lado a otro que cada vez me interesa menos los pasos que doy y hacia dónde se dirigen. Recorrer el camino y medir su distancia (o intentarlo) no ocupa mi tiempo; ni siquiera el horizonte me inquieta si no es para ver salir el sol o divisar Venus al atardecer. La prisa ha huido a otros confines y la carga sobre mis hombros cada vez es más ligera.

Ahora me siento más libre y sólo se detiene mi mirada sobre las flores que crecen al borde del camino como glamurosos arco iris. Dejo al viento desnudar mi cuerpo y a los pájaros hablarme al oído. Me adormezco cuando el sol se recrea en mi piel y despierto cuando las estrellas chisporrotean suspendidas en la inmensidad.

Ya sólo me entusiasmo con el abecedario de la vida.

Vivir y poesía.

23 febrero 2009

En memoria de Antonio Machado


Escojo unos párrafos de Julián Marías sobre antonio Machado, del prólogo que escribió en 1969 para una Antología dedicada al poeta (Ediciones Salvat, 1982), para expresar la importancia que para mí ha tenido su poesía y la admiración que siempre he sentido hacia este grandísimo escritor:

"La poesía de Machado no es propiamente "amorosa"; es algo más profundo y menos frecuente: poesía enamorada. El amor no es 'tema' de la poesía de Machado; es su suelo, su raíz, su temple; desde el amor a mujer, instalado en él, mira las cosas, lo conmueven, le duelen, las canta. Es el principio de su organización, la dimensión en la cual se encuentra a sí mismo y puede hablarse a sí mismo -'converso con el hombre que siempre va conmigo'-, la pauta de su interpretación personal ... Cuando El Machado de los últimos veinticinco años de su vida entronca con aquél en que más auténticamente se eligió a sí mismo, vuelve a sonar como campana sin hoja, como cristal estremecido ... Por eso su verso nos llega a lo más hondo, por eso al leerlo sentimos que se trata de nosotros; porque al escribirlo se trató de él hasta lo más profundo de su raíz."

Desnuda está la tierra,
y el alma aúlla al horizonte pálido
como loba famélica. ¿Qué buscas,
poeta, en el ocaso?

Amargo caminar, porque el camino
pesa en el corazón. ¡El viento helado,
y la noche que llega, y la amargura
de la distancia!... En el camino blanco.

algunos yertos árboles negrean;
en los montes lejanos
hay oro y sangre.... El sol murió... ¿Qué buscas,
poeta, en el ocaso?


Poesía, ¡y más poesía!

16 febrero 2009

Mundo contradictorio e injusto






Mujeres con alma y poesía.

13 febrero 2009

Homenaje a Darwin










¡Todos tenemos el mismo origen!



Evolución y poesía.

10 febrero 2009

Proverbio



Cuando hables, procura que tus palabras
sean mejores que el silencio.



Silencio y poesía.

01 febrero 2009

Gracias a mi mami

Pues eso, que gracias a mi mami estoy haciendo algunas reformas en mi cueva y acabo tan agotada que no tengo ni tiempo ni ganas de bloguear. Aún así, no dudéis de que os echo de menos y espero retomar pronto la marchita guapa ciberespacial.

Pintar (cobro por horas, pa quien le interese... ), desmontar viejas librerías y montar nuevas (la Billy en blanco de Ikea es una baratija sssstupenda), nuevo sofá-cama de tres camas (pa un menage a trois... por si interesa también... Jeje), camas nuevas en la habitación para los amigos que vengan (y pa mí también, claro), cambio de todos los enchufes... Vamos, que me estoy dando una panzá de cuidaíto pero me gusta porque es una forma de renovarse, que no es sino un reflejo de la renovación interior que hay que impulsar cada cierto tiempo para no perderse la vida.

También podía haberme tomado un Activia Fibra de esos que renuevan por dentro y por fuera... Pero hubiese sido mucho más aburrido.

Gracias, mamuchi, sin tu generosidad no hubiese podido.

Renovación y poesía.

FOTOLIA