Ayer fui a comprarme el nuevo ordenador para mi casa y cuando ya creía que me lo llevaba puesto y había sacado la pasta para pagar, me sale el dependiente (guapísimo, por cierto) diciéndome que, precisamente hoy, Apple (uso MacIntosh) saca novedades en ordenadores... Claro, una se lo piensa y decide esperar no vaya a ser que se le quede antiguo el ordenata nada más comprarlo. Esto va tan rápido que cuando vas a darle por primera vez a una tecla para iniciar cualquier actividad, ya te han cambiado todo y tienes que darle a otra. ¡Menudo negociete es la cosa de la informática! Y de las cámaras fotográficas, y de los aparatos de música, y de las teles, y de cualquier aparato tecnológico de esos que nos meten por los eyes a todas horas. Yo resistí con mi réflex hasta que me di cuenta de lo cansado que era llevar a revelar, escanear y almacenar en CDs. Aparte de lo pesado del armatoste, de lo caro de los rollos de peli y del propio revelado. Pero la conservo como una reliquia con la que he disfrutado como una enana, lo cual he de agradecer a mi padre porque me tocó a mí cuando murió, bueno, mejor diré que me la adjudiqué sin preguntar a nadie. Aún a veces la utilizo para hacer fotos en blanco y negro. Nada que ver con la digital, al menos para mí. Claro, que podría intentar comprarme una réflex digital... Pero me parece que hasta que no pague el ordenata...
Hay que reconocer que el Mac es carito, pero es que cuando una se acostumbra a él es difícil cambiar. Desde luego para la cosa de mis ediciones, tanto en lo referente a la maquetación de textos como al tratamiento fotográfico o al diseño gráfico no tiene competencia. Además el sistema operativo es un lujo de sencillo y mucho más ameno y comprensible que el Windows. Cuando se creó éste, quiso ser una copia del de Apple, pero fue una mala copia. Lo del diseño y apariencia también hay que reconocer que los Mac son mucho más guapos, pero para mí no es lo más importante, la verdad. Paso de tontunas de esas. Lo que más me gusta es que lleven todo integrado sin tener que cargar con la dichosa torre del disco duro. Yo me he tirado por un portátil... Ya puestos, pues a por la movilidad total y a ahorrar espacio, que en mi "cueva" ya no cabe un alfiler. El anterior me ha durado 10 años, así que éste tiene que durarme otro tanto...
Pues lo gracioso es que mi propósito hoy era hablar de tacones; sí, sí, de tacones, de zapatos de tacón, de lo que ayer me estuvo enturbiando la cabeza cuando desazonada por no haber podido cargarme el ordenata a la espalda cuando ya creía que lo iba a estrenar por la noche, me metí en una zapatería para calmar mi ansiedad comprándome un sustituto que al menos me sirviera para mover los pies ya que no iba a poder mover las neuronas. Al final llegué a casa con las manos vacías y despotricando del mundo mundial. Pero de eso hablaré mañana que hoy ya me he enrollado más de la cuenta.
Os tengo que agradecer a todos/as que estéis ahí esperando leer mis neuras. He tenido la sensación de que me sobrevaloráis después de leer vuestros comentarios a mi aviso de ausencia temporal. ¡Si soy un caos total! O así me veo yo... También quiero agradecer a una nueva visitante, Sasha, su comentario e invitarla a que entre cuanto quiera, como si estuviera en su casa. La puerta siempre está abierta para todos/as.
Con todo mi pesar, hoy no he podido leeros porque tendría que recordar cada una de vuestras direcciones web para entrar ya que este "bichejo" cabezón no me permite hacerlo directamente, pero espero poder hacerlo mañana. Supongo que la mayoría habréis escrito un montón después de tantos días, así que tengo una interesante tarea por delante. ¡Miaauuuuu!
Pues ajo, agua... y poesía.