Bitácora de Isabel Huete

SOLIDARIDAD CON HAITÍ

SOLIDARIDAD CON HAITÍ
PINCHA EN LA IMAGEN Y SI TE INTERESA MANDA TU COLABORACION A diointer@wanadoo.es (copia y pega la dirección de e-mail)
Mostrando entradas con la etiqueta niños. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta niños. Mostrar todas las entradas

24 diciembre 2009

Paz y los más bellos sueños



Más vale llegar tarde que no llegar nunca. Y yo no podía ponerme ciega esta noche sin desearos antes que disfrutéis de los vuestros incluso para los que resulte un trámite. Muchas/os sabéis lo que me gusta la Navidad, las luces, los belenes (sobre todo montar el mío, como buena amante de las miniaturas), los villancicos... Con lo sentimental que soy no podría ser de otra manera, aunque lo hago sin nostalgia, sin tristeza, sin retroceder en el tiempo añorando mi niñez. Cada año en estas fechas me gusta volverme niña o, quizá, seguir siéndolo pero aún más. Es probable que para entender estos días haya que preguntarse en qué momento dejamos de sentir ilusión, qué borrasca fue tan turbulenta como para borrar de la tierra nuestros sueños, qué hoyo encontramos en nuestro camino que nos hizo caer para no volver a levantarnos, para descreer de todo lo que nos hizo felices como si no hubiese posibilidad de recuperar esa felicidad. Hay que perder el miedo al sentimiento y dejarnos llevar por él como el niño que arrastra al padre o a la madre para enseñarle el juguete más deseado y arrancar de ellos una sonrisa tan amplia como la suya.

Por todo eso y porque os quiero os dedico esta felicitación que he elaborado con una fotografía que saqué de este muñeco de nieve en una callecita apenas transitada de Madrid. Es el muñeco más completo que he visto en mi vida y me hizo una ilusión tremenda encontrármelo de sopetón. De inmediato pensé que sería el protagonista de esta tarjeta dedicada a vosotras/os.

Que el niño/a que lleváis dentro se despierte con fuerza y os haga felices.

Navidad y poesía.

(PD: Aunque lleve varios días sin comentaros a la mayoría no es porque no os haya leído pero no he tenido tiempo de "dejar asomar mi patita por debajo de vuestra puerta" :) Por un error borré dos comentarios de mi entrada anterior, así que nadie se sienta discriminada por ello porque aquí nadie sobra, al contrario). Besitos navideños.


20 julio 2009

La cenicienta sin zapatos de cristal

Cuadro del pintor surrealista Yacek Yerka

Con mirada incrédula contemplaba a la niña descalzarse enmedio de la calle sin comprender absolutamente nada de lo que estaba pasando. Recogió los zapatos y lentamente se acercó a una papelera para tirarlos. Después se quitó un colgante del cuello hecho con un cordón del que pendía una concha de playa y la aplastó con el talón clavándosele algunos de los pequeños trozos y haciéndole sangrar. Seguía sin comprender y sentí gritar dentro de mí: ¡Niña qué demonios haces!

Seguí sentada y volvió sus ojos hacia mí. Su mirada era de triunfo, de rabia y de desconfianza. No tenía más de siete u ocho años y me desconcertó su frialdad. Su pelo negro y su tez cetrina me indicaron su procedencia gitana. ¿Qué puede llevar a una niña a comportarse así?

Se acercó a mí cojeando y me pidió que le diera un euro. Descaro total. ¿Para qué lo quieres? Para comprarme unas sandalias. ¡Pero si acabas de tirar los zapatos! Es que me hacían daño. ¿Y el colgante por qué lo has roto? Porque lo robé y si me lo ve mi hermana me lo quita. ¿Quieres que te cure el pie? Bueno, pero no quiero ir al hospital. La llevé a una farmacia y allí se lo curaron, sin hacer preguntas. Menos mal.

Le compré unas sandalias en el chino y cuando quise comprarle también un colgante me dijo que no. Me lo va a quitar mi hermana también. ¿Y tus padres dónde están? No sé, vendiendo por ahí. ¿Y te dejan que vayas sola? No sé, me he escapado. ¿Quieres que los busquemos? No. Pero es que no puedo dejarte así. Cómprame un helado. Se lo compré y salió corriendo apoyando la punta del pie herido. No hubo agradecimientos ni sonrisas. Era una niña triste y solitaria, un perrillo callejero sin futuro ni presente. El pasado ya estaba hecho añicos, como la concha de playa cuyos trozos manchados de sangre quedaron esparcidos por la acera.

Una posible historia y poesía.

19 enero 2009

¿Quién puede matar a un niño?

Hospital de Gaza

El título de la película de Narciso Ibáñez Serrador me ha venido a la cabeza al recibir ésta y otras fotografías que sobre el conflicto de Gaza me han enviado por e-mail, todas relacionadas con niños. Sé que su crudeza no ayuda a mantener la serenidad pero me agarro precisamente a ellas para que no se me olvide nunca que todo conflicto armado es un error de enormes proporciones, que nadie tiene derecho, sean cuales sean sus razones, a decidir sobre la vida de nadie; ni los animales más salvajes cometen con los de su misma especie las atrocidades que cometemos nosotros, los supuestamente racionales y civilizados. Me da lo mismo que este niño sea un habitante de Gaza o viva en Kenia, o en Bosnia: nadie debería tener que sufrir los horrores de una guerra pero sobre todo ningún niño debería ser asesinado en ningún lugar del mundo. Todos, de alguna manera, somos culpables de la sinrazón.


Y lo peor es la impotencia de no poder parar tamaño despropósito.

Los niños son poesía.


FOTOLIA