Bitácora de Isabel Huete

SOLIDARIDAD CON HAITÍ

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02 octubre 2008

Que se vean sus caras

Calle Fuencarral (Madrid). Fotografía retocada digitalmente. Isabel Huete

Ayer saltó de nuevo la noticia: detención de más de un centenar de personas, todos varones, por participar en una red de pedofilia en Internet. Unos por ¿simplemente? consumirla; otros por colgar las imágenes en la red y, los menos, por fotografiar ellos mismos a niños de su propia familia en actitudes obscenas para después publicarlas. Eso sólo en España porque su extensión por todo el mundo ha llevado a identificar a 18.000 usuarios de 75 países. No será la última vez que nos muestren algo semejante: el virus trasmuta y se extiende cada vez más.

La penas por mirar y refocilarse con la vejación infantil, supongo que acompañado por la práctica del onanismo, son tan ridículas que la mayoría no entra en la cárcel. Así que semejantes monstruos (me niego a tacharlos de personas) se van a ir de rositas una vez más y volverán a habitar entre nosotros como ciudadanos normales con los que nos cruzaremos por la calle sin sospechar lo más mínimo el grado de podredumbre que llevan dentro. Y lo más terrible es que el anonimato conduce, inevitablemente, a convertir a todo el mundo en sospechoso ya que esta asquerosa práctica no se salta ningún estrato social, educativo o profesional. Puede ser el poli que amablemente te atiende si lo paras para preguntarle algo, o ese médico ilustrado que sale en televisión para opinar como experto, o ese quiosquero que te guarda diariamente el periódico, o ese ciclista al que pasas con el coche y admiras su esfuerzo, o ese albañil al que llamas para que te arregle un desperfecto... Nadie está libre de sospecha. Por eso creo que deberían hacerse públicas sus repugnantes caras y aparecer en esas pantallas publicitarias que invaden las calles, tan inútiles para tantas cosas, en las que los ayuntamientos se gastan nuestros cuartos. 

Sus caras y sus nombres deberían aparecer en todos los medios repitiéndolas machaconamente para que no las podamos olvidar, para que se queden impresas en nuestra retina como un anuncio de coca-cola. Nadie nos va a enseñar a estas alturas a qué sabe la coca-cola, así que sería mucho más productivo conocer de primera mano qué perfil tienen los seres sin alma, el color de su amoralidad, el sabor de la carroña líquida que circula por sus venas.

La utilización de los más indefensos e inocentes, los niños, para satisfacer el deseo sexual (en este caso, porque hay otras formas de explotación infantil), por métodos tan aberrantes, violentos y vejatorios que no creo que que nuestra mente alcance a imaginar, no puede ser despachada por la ley con penas tan ridículas. Los que ¿simplemente? consumen este tipo de "mercancía" son cómplices de quienes la distribuyen y de quienes elaboran el material, y si no, que se compre un muñeco de esos que lloran, hacen pis y hasta corretean por el salón. Pero no, el monstruo incontrolado del sadismo y la perversión no quiere imitaciones, prefiere llenarse las pelotas de carne humana, cuanto más tierna mejor.

Quiero saber quiénes son esos alegres consumidores de violencia y sexo infantil, quiero ver qué tanto se dilatan sus pupilas ante las imágenes de la pantalla del ordenador, qué espesura tiene la baba que se desliza por sus comisuras, de qué material está hecha esa piel que les cubre dándoles apariencia de seres humanos respetables. Y es que quisiera llegar a las entrañas del horror (al corazón de las tinieblas) para intentar comprenderlo, aunque sepa de antemano que sería una tarea inútil.

No me duelen prendas al afirmar que deberían ser sometidos a la castración, no química sino física: cortarles la polla de raíz, incluyendo las pelotas para que nunca más se las puedan tocar, ni en la ducha. Y después, por si acaso, si les sometieran a la práctica de una lobotomía mejor que mejor. Convertirlos en muertos vivientes, en meros pedazos de carne con ojos, en material altamente contaminante y de desecho.

El corazón se me vuelve charco de lágrimas cuando pienso en las víctimas, algunos bebés... ¡san dios! El horror que deben sentir ante tales infamias, incomprensibles para sus mentes y tan dolorosas para sus pequeños cuerpos. ¿Y dónde se ocultan sus padres? Nunca nos dicen su grado de culpabilidad, si existe o no consentimiento, si trafican con la inocencia de sus hijos o si desconocen su paradero. Los padres parece como que no existen, como si se hubiesen esfumado por arte de magia, como si sus hijos hubiesen venido al mundo por generación espontánea o colgados del pico de una cigüeña.

Siento que pierdo la razón ante este delirio porque el asco y el odio la ensombrecen hasta la negrura absoluta. Los buenos sentimientos huyen despavoridos. Rechazo la serenidad porque no quiero que apacigüe mi ira; quiero sentir cómo hierve dentro de mí y convierte mi sangre en la lava que lo arrasa todo. No quiero que pueda aflorar ni la más mínima partícula de piedad hacia esa banda de seres infames. Quiero verlos aullar de dolor en los infiernos.

Hoy mi vena más inquisidora me delata, pero no lo siento.

Negras sombras y poesía.

19 comentarios:

jg riobò dijo...

El mal no conoce sus límites.
Ante ello, sólo queda la bondad.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Están enfermos, eso es claro.

Carlos LABARTA dijo...

Comparto tu ira y tu violencia... No sabes cuánto...

Merche Pallarés dijo...

En este caso siento igual que tu querida Isabel, asco y dolor. Esas pobres criaturas, vejadas, maltratadas para que unos cuantos pervertidos se refocilen con su miseria. Tienes razón, sus fotos y nombres deberían aparecer por todos los lados para que supiéramos quienes son y así poder atajar esta inmundicia. Los niños deben ser niños abandonados que los raptan por las calles (por eso no salen sus padres) y luego la "Iglesia" está en contra del control de natalidad, especialmente en esos países más pobres dónde nacen y quedan abandonados a su suerte... ¡No hay derecho! Besotes, M.

Isabel Huete dijo...

JAVIER, el mal no conoce sus límites, efectivamente, pero si hubiese auténtica voluntad, se le podrían poner, lo cual a veces dudo porque esto no hace más que extenderse y creo que hay maneras de atajarlo.
Un besazo.

PEDRO, no creo que todos estén enfermos, ni mucho menos. Hay mucho hijo de puta que se escuda en eso para seguir pervirtiendo y destrozando vidas. Habrá quien sufra una adicción y le cueste superarla, pero la mayoría son plenamente conscientes de lo que hacen y no se controlan porque no les sale de ahí.
Besotes gordos.

CARLOS Y MERCHE: me he sentido arropada por vosotros y no sabéis lo que lo agradezco porque es una cuestión que me solivianta muchísimo.
Un besazo a ambos.

Emilio Calvo de Mora dijo...

No sientas nada. Ellos tampocos sienten. Son zombis. Animales. No hay palabras. No hay ninguna. También yo quiero verlos, al menos, aullar. Es el delito más infame. Y eso que hay retorcimientos, bestialidades y perturbaciones de todo tipo en este jodido mundo nuestro. Besos. Post audaz, pero obligado.

Teresa dijo...

Sólo siento asco y repugnancia y mucho dolor. Dolor en las entrañas.
¿Cómo se puede hacer daño a un ser tan indefenso? Es un delito tan magno, tan gravoso, tan execrable, que debe tener una pena de prisión de por vida. Esta gente no se arrepiente, sale y la vuelve armar. Y para que destrocen la vida a los demás que se pudran ellos.

La mayoría en un porcentaje de casi el 100% son hombres.

Isabel Huete dijo...

Gracias, Emilio y Bipo, no sabéis lo que me consuelan vuestras palabras porque aunque sé que la mayoría de la gente piensa lo mismo que nosotros, constatarlo ayuda.
Un besote a ambos.

Anónimo dijo...

¿Qué le pasa a nuestra sociedad y a nuestro gobierno? ¿Cómo se puede tolerar la desprotección del más débil? Que pasa con la violencia a los niños, dañados de por vida,y de las mujeres? Estoy reñida con la palabra tolerancia, estoy harta de oir "tenemos que tolerar..."¿Qué cosa? ¿La libertad? no,la villanía ¿Dónde están los derechos humanos?
Me sumo a tu grito.
Una bella sorpresa tu blog.

Anónimo dijo...

Hola Isabel, vuelvo al centro de ninguna parte.
He estado visitando tus posts, como siempre geniales.
Me encanta la visión que muestras en tus fotografías, tienes un estilo lisérgico, alucinatorio. Me gustan muchísimo.
Besos!!

Isabel Huete dijo...

L_BLUE, es un placer tenerte aquí, tu casa, en la que tienes la puerta abierta para decir lo que te plazca.
La suma de tu grito me acompaña y me anima.
Un besazo.

CESC, ¡me das una alegría! ¡Te vi reseñado y con foto en el blog "Las afinidades electivas"! ¿Y me citaaasss?
Jo, qué lujo.
Bueno, ya ves a través de mis retoques fotográficos cual es mi visión del mundo: un tercio tenebrosa, un tercio alucinatoria y un tercio luminosa. De todo hay... :)
¿Ya sabes que tenemos la presentación de Fiebre y ciudad el 12 de enero?
Besazos.

Javiera A Vega Gutiérrez dijo...

Querida Isabel, he leido tu articulo.Tenemos leyes basadas en un derecho y una etica moral para protegernos de la perversion que asalta algunas mentes, mentes incapaces de relaciones interpersonales en respeto. Estos abusos pasan por esta desviaciones humanas y es a las autoridad de la ley protegernos y castigar a quienes transgreden nuestros acuerdo social de las comunidades,pero, si hay corrupcion a nivel de juridico todo esta permitido y este tipo de abuso sexual a menores continuara sucediendo. Nada se gana con castigar a unos pocos si la corrupcion que lo permite continua.
Gracias por poner el cartel un hecho que tan importante, un abrazo para ti.

Silvia_D dijo...

Yo siento dolor y pena por esos niños y esas familias que tienen que vivir con ese trauma, eso si no asesinan al niño para tapar sus guarrerías...

Enfermos o no, sobran, son reincidentes, pues que los maten o algo, si uno tocara a uno de mis hijos, creo que no volvería a tocar a nadie, si yo lo pillo.

Este tema me rebota puagg!!

Intento tomar impulso jajajaja.

Besos, amore :)

Isabel Huete dijo...

JAVIERA. llevas razón al pensar que si a nivel jurídico hay corrupción esto no parará (dudo que pare porque es un comportamiento tan antiguo como el ser humano), pero aparte de eso, lo que más me enciende es la poca implicación de la sociedad en general en este asunto, tan sensible y tan brutal. Crea más alarma social la quiebra de un banco que la violación de un niño, y yo no lo entiendo.
Un beso grande.

DIANNA, cariño, ¿cómo andas? Espero que de verdad consigas tomar impulso porque te echo de menos.
Un beso amoroso para ti.

Sibyla dijo...

Que se vean sus caras, y sirvan para escarnio público!!!
Sinceramente pienso que este tipo de monstruos no tienen posibilidad de reinserción, y por el contrario sí que tienen mucha posibiliodad de reincidencia. No deberían de poder disfrutar de libertad jamás.
A mí también se me enciende la sangre como lava, y me producen el más despreciable de los vómitos.

Besotes amiga:)

Isabel Huete dijo...

SIBYLA, ¡qué terrible, ¿verdad?! Deberían pudrirse en el infierno, como animales.
Se agradece muchísimo tu comentario.
Un besazo, corazón.

Anónimo dijo...

Yo no lo hubiera dicho mejor, Maribel. ¿De veras son enfermos? Pienso que todos no. Este "mundillo" moverá mucho dinero y los "mierdas" se tirarán al negocio sin ningún tipo de escrúpulos. Seguramente después del "numerito" besarán a sus hijos nada más llegar a su casa, e incluso les darán buenos consejos. Y más de uno será un "ciudadano respetable". Por eso deberían publicarse sus nombres junto con sus fotografías, sobre todo en el barrio donde viven. Posiblemente nos llevaríamos más de una sorpresa... Un besazo, Maribel. Àngela

Isabel Huete dijo...

Angela, estoy de acuerdo contigo: no creo que sean enfermos, al menos la mayoría. Que el dinero anda por medio, seguro, pero no habría negocio si no hubiera consumidores. Y lo malo es eso que tú dices: luego llegarán a casa y llenarán de besos a sus hijos...
¡Qué triste!
Un besazo, cielo.

fotosbrujas dijo...

Esta mierda deberia contar con mejores castigos , como si no enmendarles?
Interesante reflexión. Denunciemos cualquier atisvo de este tipo de delitos ne la red
¿El otro dia vi en la TV que diarios como el pais o el mundo utilizan fotos de "jovencitas" como reclamo sexual en los anuncios por palabras, ¿Cual es la diferencia entre el proxeneta y estos periódicos?

Boicot¡¡

FOTOLIA