Bitácora de Isabel Huete

SOLIDARIDAD CON HAITÍ

SOLIDARIDAD CON HAITÍ
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29 noviembre 2009

Un microrelato de mi hermana Carmen


LOS OKUPAS


Me despierto. Los cuadros, los libros, las fotos, los recuerdos, los muebles, los cojines, las lámparas, el espejo, la ropa, la tele… ¡Cuántas cosas! Empequeñecen la casa, van ocupando su superficie, infiltrándose en todos los rincones como un ejército invasor que me asedia. ¿Cuándo lo necesario dio paso a lo superfluo? ¿En qué momento debí contener esta desmesura?

La casa ya no me pertenece. Ni siquiera me pertenezco a mí misma; pertenezco a los objetos que me tiranizan: debo cuidar de ellos, mantenerlos en funcionamiento, reponerlos si se estropean. No trabajo para mí, trabajo para esas cosas.

Vuelvo a cerrar los ojos para pensarme en una casa pequeña, muy pequeña, de paredes desnudas de un tono añil muy claro, como el color de esa bruma que en la madrugada suaviza los contornos de todas las formas; las ventanas, cerradas por persianas color índigo sumergen las habitaciones en una luz submarina y al abrirlas, puedo contemplar a través de huecos de forma irregular, perforados sin esquinas en muros muy gruesos, un luminoso paisaje de verdura y distantes sierras azules.


Allí sólo dispondré de lo preciso y yo llenaré el resto del espacio que entonces, entonces sí, será mío.


Carmen Huete


Mi hermana me envió este pequeño relato el otro día, el cual refleja de alguna manera su nueva filosofía de vida: desprenderse de tanto objeto que no sólo atiborra su espacio habitable sino que, además, le da un trabajo que no le apetece nada hacer y le ocupa un tiempo que tampoco le agrada perder. Yo la entiendo perfectamente y me parece loable que quiera seguir su camino ligera de equipaje porque, al fin y al cabo, donde acabaremos yendo todos no habrá más espacio que el que acoja nuestro cuerpo.
Debería escribir más a menudo porque siempre le ha gustado hacerlo y lo sabe hacer muy bien.

Pero reconozco que yo no sabría -o podría- desprenderme de mis cosas porque tengo un inmenso cariño por todas ellas, porque las he ido almacenando a medida que las he ido deseando con todo el placer y todavía no he dimitido de ese cariño a pesar de que apenas tengan valor. Forman parte de mí, me acompañan, me refugio en ellas cuando me apetece, las contemplo, les hablo, las añoro si estoy lejos, me reciben con alegría, las palpo y siento su significado. Y luego, si he de abandonarlas algún día, que se purifiquen en una hoguera o sean acogidas en el corazón de alguien. ¿Qué más dará para entonces? Pero mientras eso no llegue estarán allá donde yo esté.


¿Qué haría yo sin mis libros, sin esos recuerdos que compré en algún lugar en el que fui feliz o me regalaron personas queridas, sin los pequeños objetos de cerámica que tanto me gustan, sin mis mariposas hechas con todo tipo de materiales, sin mis bellas e inquietantes máscaras, sin los objetos de Guinea (mi tierra de nacimiento) que heredé de mis padres o los discos de vinilo de música clásica aunque ya no tenga tocadiscos para oírlos? ¿Y qué decir de mi pequeña colección de diminutas casitas que voy comprando en cualquier lugar que visite o esa pequeña estantería en forma de casa que guardo desde tiempo inmemorial con sus también pequeños habitantes? ¿Y con mi raqueta de tenis aunque no juegue desde hace... 25 años?


Seguro que seguiría haciendo lo mismo que ahora si todo eso me faltara pero casi siento esas cosillas como mi propia piel, son parte también de mi historia. Mi espacio y mi tiempo son su espacio y su tiempo, y a la inversa, porque crecimos juntas y nos gusta contemplarmos mutuamente.

Gracias, hermana por ese cuento tan especial.


Mis cosas y poesía

Concierto solidario con Aminetu Haidar


Ángel Petisme me ha enviado la invitación a este concierto. Siento no poder ir pero por supuesto me sumo a esta causa de la que reconozco no conocer en profundidad los detalles, tan sólo tengo claro que esta mujer es una luchadora por la causa de la libertad del pueblo saharaui y que con las peores artes el gobierno de Marruecos la ha expulsado de su tierra y el nuestro, nuestro gobierno, se ha bajado los pantalones sin explicar con meridiana claridad el porqué de tal comportamiento aunque no es difícil imaginárselo.

Desde aquí mi apoyo y mi solidaridad con la causa que defiende Aminetu.

Como la letra se ve muy pequeña, trascribo la lista de los/as artistas que participarán en él: Macaco, Carmen París, Marien Hassan, Luis Pastor, Miguel Ríos, Esmeralda Grau, Antonio Carmona, Alex Ferreira, Ismael Serrano, Poncho K, L.A., Kamela, Angel Petisme, Pedro Guerra, Conchita, La Schica, Amaral, DNoe, Raimundo Amador, Mecánico del Swing, Bebe, Tomasito, Kiko Veneno, Muchachito Bombo Infierno y G-5.

También participarán con intervenciones: Juan Diego Botto, Pilar Bardem, Pepín Tre, Pedro Almodóvar, Fernando Noriega, Fernando Tejero, Javier Fesser, Chus Gutierrez, Fernando Colomo, Alberto Amarilla, Sergio Pérez Mencheta, Melanie Olivares, Mónica Cruz, Alba Flores, Elena Furiase, Alex González, Marta Nebot, Ana Fernández, Natalie Poza, Pilar Castro y Ana Otero.

Se celebra mañana domingo, 29 de noviembre, de 12:00 a 18:00 h. en el Auditorio Pilar Bardem, en Rivas-Vaciamadrid, y la entrada es libre hasta completar el aforo.

Causas justas y poesía.

26 noviembre 2009

La opinión pública española



Me revienta, me escandaliza y me solivianta la manera que tiene la derecha española de utilizar la supuesta opinión mayoritaria de la sociedad a su favor para reforzar la manipulación interesada que hace de la política, para sustentar las mentiras que propaga y para ocultar sus propias miserias y a sus miserables.

Quizá el gobierno no lo esté haciendo bien pero si es verdad, como dicen las encuestas, que a día de hoy el PP ganaría las elecciones, a mí sólo me apetece dimitir de mi condición de ciudadana.

Me han contado que Nueva Zelanda es un país muy hermoso para vivir, aunque tampoco me importaría sustituir una posible huída hacia ese paraíso por una renuncia total a conocer por cualquier medio qué se cuece entre el gobierno y la oposición.

Cada vez siento más vergüenza ajena de lo que veo y oigo al principal partido de la oposición por el desprecio absoluto que sus voceras/os demuestran hacia toda la ciudadanía. Su cinismo es tan enorme que me sobrepasa.

Así que, Sra. de Cospedal, toda España menos 1 no opina lo mismo que ustedes porque YO OPINO TODO LO CONTRARIO EN CASI TODO.

Desahogo inútil y poesía.

22 noviembre 2009

MIAUUUUUU!



Hagamos de nuestra vida una pasarela de ternura.



Ternura y poesía.


20 noviembre 2009

El burrito lindo


Este "burrito lindo" (como diría el perverso Piolín) decidió un día tirarse por una ventana de un edificio bajo la cual pasaba yo yendo a comprar el pan, rozándome el hombro en su caída. Cuando lo recogí del suelo me asustó por lo mucho que pesaba; es de cobre mazizo o algún metal parecido y mide unos 7 x 6 cm. Pensé que si me hubiese caído sobre la cabeza igual me habría matado o dejado bastante disminuidas mis ya limitadas funciones cerebrales. Sé que tengo la cabeza dura pero no creo que hubiese resistido semejante impacto sin consecuencia alguna. Él salió indemne de su aventura, así que me lo traje a casa y ahora posa plácidamente sobre uno de mis estantes de libros. Digo yo que decidió salir volando por una ventana porque no quiero imaginar que alguien tan estúpido como para no pensar en el riesgo que suponía para los viandantes fuese quien lo lanzara a la calle, y tampoco parece un juguete de niño... En fin, que no sé la razón pero sí de que me libré de una gorda, supongo que debido a mi buena fortuna ya que nací de pie según me contó mi mami.

Y viene esto a cuento porque si entonces me hizo pensar en el azar de la vida, en mi suerte de no haber caído fulminada de un "burrazo" por pocos centímetros (ya ni siquiera las tejas o las macetas son el peligro), ahora me sirve para pensar que sobre nuestras cabezas siempre hay muchos "burritos lindos" volando. Yo ya he notado el roce de alguno de ellos muy cerca pero he conseguido espantarlos, o engañarlos, o jugar con ellos a Piolín y Silvestre y hacerles mil perrerías. Alguno que otro logra alcanzarte y dejarte la huella del casco en las posaderas, pero no hay que tenerles miedo sino convivir con ellos porque nunca van a dejar de estar ahí. Algunos de estos burritos puedo asegurar que son requetelindos y te invitan a dar un paseíto sobre su lomo, y hasta se dejan acariciar como Platero, esa especie de peluche suave y delicado que tan bien describió J.R. Jiménez y que, confieso, siempre me dio cierto repelús de tan cursilón.

No podría imaginarme dejar de salir a la calle por temor a un "burrito malo" o hacerlo con una chichonera puesta sobre mi cocorota. El miedo muchas veces es a lo desconocido y otras muchas al dolor. Temer lo desconocido es como poner el carro antes de los bueyes, pues si es a algo que no se conoce ¿qué sentido tiene tenerle miedo? Y temer el dolor es prácticamente lo mismo: o se tiene o no se tiene; si no se tiene no hay ni que pensar en él y cuando ya se ha instalado no hay otra que asumirlo y poner muchas velitas para intentar que desaparezca o, según el caso, ponerse en vena una dosis de 1 gr. de Paracetamol. El "que viene el lobo, que viene el lobo" sólo sirve para que al final éste aparezca (sobre todo si se está en una zona de montaña o boscosa) y te coma los higadillos.

Y todo esto lo digo porque quiero que sepáis que no tengo miedo a mi particular "burrito lindo", que lo único que en estos momentos me desespera es la incertidumbre. Y cuento por qué (menos mal que no quería convertir esto en una crónica de mi enfermedad): en mi escáner dice que tengo ganglios linfáticos en el cuello (alguno de hasta 1,8 cm) y una protuberancia de tejido linfático en la amígdala izquierda. El hematólogo decide que como no me nota al tacto los ganglios que no me va a hacer nada hasta que los palpe y me manda otro escáner para febrero, pero me manda antes al otorrino para que me haga una exploración y decida si hay que hacerme una biopsia. El otorrino, al que fui el lunes (por cierto, con un susto horrible porque en el recibidor de su consulta tenía colgado un cuadro del mismísimo Caudillo con escopeta y perro de caza a sus pies... ¡Eso sí que es como que te caiga un "burrazo" y te dé de pleno! Horrorizada sigo), tampoco me consiguió palpar los ganglios y después de meterme tres veces, para asegurarse, un tubito por la nariz que parecía una sanguijuela con la cabeza iluminada y al que notaba paseándose por mi carganta a sus anchas, aseguró que en la amígdala no tengo protuberancia alguna, que está limpita y sonrosada como el culo de un bebé. ¡Eso es esperanzador!, me dicen todas/os. Y claro, yo no puedo negar que cuando me lo dijo sentí campanillas en el estómago, pero ¡joder, que me digan quién se equivoca! Si el burrito de las narices vuela jugando al despiste y no puedes distinguir si es Platero o es Silvestre disfrazado de borrico, pues acabas siendo presa de la incertidumbre, que es peor que cualquier enfermedad porque no sabes a qué atenerte. Así que el día 30 vuelvo al hematólogo con el informe del otorrino para ver si decide someterme a otro medio diagnóstico (espero) que aclare algo el asunto. Total, la ansiedad a tuti plen trepando por mis canillas.

No tengo miedo a la enfermedad porque la conozco, ni tampoco a sus consecuencias, las conozca o no, es más, creo que el escáner es correcto y que ha resurgido y está ahí porque es lo suyo, pero con esta nueva situación ya no tengo la certeza al 100x100; lo que tengo es rabia y angustia de no saber si el burro volador me ha caído sobre la cabeza o se ha estrellado contra la acera y me lo puedo traer a mi casa a que se junte con el que ya tengo y se hagan amigüitos del alma como Camps y El Bigotes. Menos aún me siento con fuerzas para esperar a febrero a que me hagan otro escáner para saber si sí o si no aunque esa espera no vaya a empeorar nada porque este es un cáncer de crecimiento muy lento; tan lento que la vez anterior tardaron año y medio en meterme mano. Y así estamos, dejando que la vida transcurra pisándome de vez en cuando el callo que más duele. ¡Ah, bandida!

Hablando de otra cosa: viendo la cantidad de comentarios y el cariño y la ternura que habéis puesto todas/os en ellos, la transmisión de vuestros ánimos y fuerza y la enorme compañía que me estáis haciendo, pensaba yo que menos mal que esta casa mía en la que habéis entrado y dejado vuestras palabras es virtual porque no sé qué hubiese hecho si os hubiera tenido que acoplar en mi pequeño apartamento de la vida real. Jajaja. No sabéis la emoción que me estáis haciendo sentir, lo que agradezco vuestra compañía, lo que valoro vuestra amistad. No puedo abrazaros y besaros como quisiera, pero todas/os tenéis ya vuestra habitación en mi corazón y todo mi cariño. ¿Qué es una mísero "picotazo" al lado de todo esto? Yo os lo digo: caca de la vaca. Aunque este nuestro mundo nos parezca un caos y un despropósito, estoy convencida que lo mejor de él son las personas cuando tienen una calidad humana como la vuestra.

Millones de cariños, corazonas y corazones, y no os preocupéis porque esta que escribe tiene mucha caña que dar.

Burrito lindo y poesía.

15 noviembre 2009

Otra vez el monstruo

Sé que algunas/os os extrañáis de mi ausencia y me preguntáis si estoy bien. Pues no, esta vez no estoy bien. La mosca cojonera que me ronda desde hace siete años ha vuelto a darme el picotazo y a inocularme toda la mala baba que es capaz de generar. Miradla y decidme si no os parece que guarda dentro de sí todos los males malísimos que podamos imaginar. La genero yo, este cuerpo serrano que le parece tan apetecible y del que no quiere prescindir para seguir engordando a mi costa.


Sus fauces son temibles y cuando las clava deja sus larvas para que crezcan y se reproduzcan. Siempre he sabido que nunca mueren, que si las combates se quedan en stand-by hasta que encuentran mejor ocasión, pillándote desprevenida. Esperan a que te olvides de ellas, a que creas que han desaparecido, a que los sueños imperecederos vuelvan a ti, a verte sonreírle a la vida con renovada inocencia. Pero no, las hijas de puta, a la chita callando, se desperezan y vuelven a comerte por dentro sin que lo notes hasta que suena la alerta, que siempre lo hace cuando ya se han convertido en monstruos despiadados y voraces.


El monstruo del cáncer linfático ha dado de nuevo señales de vida. Sabía que estaba ahí, agazapado, pero el tiempo ha ido pasando y cuando más confiada estaba y más invulnerable me sentía, ha vuelto a las andadas. Debía sentirse muy frustrado y no ha resistido más mi ninguneo, mi desprecio, mi lucha constante por mantenerlo a raya. No es que vaya a ganar la guerra así como así porque ya estoy preparando mis armas para combatirlo de nuevo, las físicas y las mentales, pero reconozco que lo creía más muerto que vivo y me ha pillado con el pie cambiado. ¡Qué cabrón desorejado! Se me ha agarrado al cuello, cerca de la yugular, como un vampiro sediento. Pero no me conoce, no sabe de mis innumerables recursos, de mi ira y de mi resistencia. No nací para quedarme quieta, ni siquiera para descansar después de la batalla. Vencer consiste en aliar al corazón con la mente para crear una fuerza de choque: amor y serenidad, sensibilidad y realismo, coraje y resistencia.


He de conjurar los fantasmas que me habitan, expulsarlos de mi interior para recuperar todo el espacio que necesito para fortalecerme. No quiero ni una sola sombra a mi alrededor, ni un sólo pensamiento oscuro, ni el más ínfimo punto negro que pueda eclipsar mis pensamientos más lúcidos, mi visión más luminosa de la vida que me rodea. Debo ordenar mi casa por dentro, colocar todo en su sitio, armonizar los espacios, sentirme arropada por todo aquello que tanto amo. Tengo miedo, no voy a negarlo, pero sé que el miedo siempre me ha empujado hacia arriba en vez de amilanarme. Los años pueden envejecerme pero nunca han conseguido disminuir ni un ápice mi rebeldía.


Dibujo de mi querido y admirado Alberto García . 2009

Y mientras los médicos siguen sus protocolos clínicos sin preocuparse de lo que la espera significa para sus pacientes, yo me he recogido sobre mí misma porque sé que ya no hay un útero tibio en el que conseguir refugiarme ni podré disfrutar de la dulzura de las manos de mi madre (antesdeayer hizo un año que se me fue) paseándose por la hermosa calvorota que supongo volveré a lucir con dignidad en poco tiempo. Me fortalezco a medida que voy comprendiendo que pretender que todo sea perfecto es una entelequia, el espejismo de la soberbia y de la ignorancia. La vida es como es y no como yo quisiera que fuera, así que no voy a quejarme de la que me ha tocado vivir porque en realidad es un verdadero lujo.

No voy a marcharme ni a cerrar este blog temporalmente porque para mí es un placer ir llenándolo con las historias que van pasando por mi obtusa mente, pero tampoco lo voy a convertir en la crónica de mi enfermedad. Hoy necesitaba "cuentearlo" porque para mí es una liberación vomitar los miedos y además quería que lo supieseis, y si hay alguna novedad la sabréis (estoy pendiente de pruebas), pero nada más. La vida es otra cosa que pasarse las horas mirándose el ombligo.

Por eso voy a finalizar con un regalito visual de lujo para todas/os vosotras/os.


Resistencia y poesía.

02 noviembre 2009

Luz de otoño


La luz del otoño borra los rastros de sombras que
fuimos dejando en el camino.


Otoño y poesía.

FOTOLIA