"Hace unos meses una organización pro derechos humanos china me contactó para encargarme una serie de ilustraciones. La idea era poner al descubierto los grandes abusos del régimen comunista chino mediante una gran campaña subversiva a través de internet. Los abusos denunciados eran:
- Pena de muerte
- Negación de la libertad de expresión
- Negación de la libertad religiosa y de culto
- Deterioro medioambiental
- Abusos y desprotección judicial
Todo debía ser secreto así que todo el proceso se desarrolló en la más completa confidencialidad. Desgraciadamente el plan fue descubierto y mi contacto fue puesto en prisión. Así que la campaña no llegó a ver la luz.
Alberto García Sánchez".
Estas imágenes dibujadas por mi querido amigo Alberto, y el texto que las acompaña, las ha colgado en su blog de diseño gráfico
Al verlas le pedí que me las dejara bajar a mi blog y me dijo que sí, que precisamente lo que pretendía era que se difundieran lo más posible, así que aquí las dejo para que quien quiera las cuelgue también en el suyo, si es que hay más gente a la que se le remueva la conciencia por los abusos de todo tipo que se practican en China por sus gobernantes.
Yo, realmente, estaba intentando evitar hablar de China y de los JJ.OO. porque, como me conozco, me disparo y empiezo a dar mandobles a diestra y siniestra, y no creo que sea la manera más efectiva de demostrar mi indignación ni de ayudar, en lo humildemente posible, al pueblo chino. Creo que tiene mucha más efectividad difundir este tipo de imágenes en las que, con trazos sencillos y enormemente reveladores y comentarios escuetos pero contundentes, se puede llegar más lejos, ya que disponemos de esta herramienta que, para bien y para mal, nos intercomunica mundialmente y que se llama Internet. Y ya se sabe que una imagen vale mil palabras.
Cuando vi la expresión y los gritos de ese tal Phelps (no discuto su calidad como nadador) al ganar la prueba de 4x100 (creo) masculina, esa furia desbocada, esa prepotencia indisimulada, esa mirada deslumbrante de orgullo, comprendí que era el exacto reflejo del país al que representa, del imperio al que se debe. Lo imaginé como marine tras una batalla encarnizada o poniendo su bota sobre un enemigo abatido. Estoy segura que su expresión y su furia sería la misma, y me horroricé. Me dio asco. Sentí miedo. Con gente así, ¿quién no se anima a iniciar una guerra? Que se lo pregunten a Putin también.
China va por el mismo camino. Ya fue un imperio, y pronto lo volverá a ser; tan despiadado como todos los imperios, solo que más silencioso, más hábil y más demoledor. Pero todos estamos ahí, bajándonos los pantalones y poniendo el culo para que nos lo pateen al paso de la oca (digo yo que una actitud tan generalizada podrían convertirla en deporte olímpico y que gane el que más patadas reciba). Nos tienen pillaos por el dinero de los cojones, o por los cojones del dinero, lo mismo da. Ahí tenemos a nuestras potencias occidentales, tan supuestamente libres, tan defensoras de los derechos humanos, tan orgullosas de sus avances sociales y políticos... y tan miserables cuando ven peligrar sus economías. Y nosotros, sus ciudadanos, tapándonos los ojos, la boca y los oídos, no vaya a ser que mañana no podamos comprar en un "todo a 100". Birmania y Darfur nos pillan muy lejos y nos consolamos diciendo barbaridades cuando saltan a la primera página de los medios de comunicación o soltando una lagrimita hipócrita. Mientras no entendamos que los oprimidos, los masacrados, los esclavizados, los hambrientos, los desposeídos hasta de su dignidad son también nosotros, todo seguirá igual, como siempre fue.
Dedicado a los que luchan por la libertad en China, a los que hemos dejado solos.
Subversión y poesía.
14 comentarios:
No nos dejan ser libres, querida Isabel. No nos dejan.
Pedro, llevas razón, pero creo que tampoco nosotros le ponemos demasiado entusiasmo. En el fondo estamos más cómodos dejando que nos organicen la vida y acomodamos la mente a ello. Comprendo que hacer otra cosa resulta un tanto cansado... ¡Tenemos tantas cosas de las que ocuparnos!
Besitos.
Como esclavo del sistema asumo mi derrota.
Dentro de mí soy libre y ansío mi final para volar.
¡Ummm, Javier, demasiado conformista! Y demasiado individualista. Al final vendrán a por nosotros y nos tiraremos de los pelos, si es que nos quedan.
Besucos
Isabel querida, genial este post. Estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices. En occidente nos hemos acomodado tanto, que decimos, o pensamos, "que la revolución lo hagan ellos" cuando somos TODOS nosotros que nos deberíamos rebelar. Ahora, eso pasará SOLO cuándo padezcamos hambre... Al tiempo... Besotes, M.
Merche, me alegro que te haya gustado, aunque el mérito es de Alberto por haber hecho esa interpretación tan lograda de lo realmente "olímpicos" que son esos Juegos. ¡Qué miedo nos da tomar verdadera conciencia de lo que les pasa a otros porque nos negamos a pensar que quizá algún día seamos nosotros los que estemos en el ojo del huracán! No hay más que mirar a Italia, tan cerquita, y la deriva que está tomando.
Un besazo
Cuesta ver al resto como iguales, aunque estamos hechos todos de la misma pasta, nos vemos mejores, y es que realmente no tenemos los problemones que arrastran otras naciones, la vida que nos venden y nosotros compramos es la del bienestar a toda costa y eso implica rechazar las complicaciones, ¡ya se las arreglarán ellos estupendamente!, miedo da denunciar al que actúa mal (ejemplo del profesor en Madrid en coma)...
Gracias por visitarme, mafaldia. Yo también he visitado los tres blog que referencias y me han encantado. Lo haré más amenudo.
Respecto a tu comentario, es cierto que siendo tan complicada la vida que nos ha tocado vivir nos cueste, desde una posición de privilegio, implicarnos en los problemas de los que poco o nada tienen o no les dejan tener, pero nos equivocaríamos si pensáramos que nada de lo que nosotros hacemos les afecta y que nada de lo que ellos hacen nos afecta a nosotros. Las distancias no existen: cuando la tierra gira, donde ahora están ellos, nosotros estaremos en unas horas. Eso puede aplicarse a todo, o casi.
Un besazo.
Un honor como siempre Isabel... Tus palabras, demoledoras y certeras como siempre, hacen más daño (a los que deben) del que crees. Gracias por postear la ilustración :-)
Un abrazo.
Gracias a ti por prestármela, Al. No es fácil reflejar con tanto acierto como lo haces tú la realidad por terrible que sea . Eres un cielazo.
Besazos gordísimos.
Encuentro un poco desmedido el ataque a Phelps, presupones, juzgas y condenas por un gesto motivado por el ansia de triunfo. Triunfo logrado con dedicación y esfuerzo personal.(Aunque supongo que has querido hacer una metáfora, no puedo dejar de comentarlo)
Por lo demás estoy de acuerdo en que priman los intereses económicos sobre los morales en muchos casos.
Besos
Psiko, en realidad no le atacaba a él sino a sus formas tan desmedidas y tan prepotentes y a cuantos se comportan así en la vida. Si has estado viendo algo de los JJ.OO. no sé si habrás observado que no lo ha vuelto a hacer. Supongo que alguien le diría que no había quedado demasiado bonito.
Agradezco tu crítica.
Un besazo.
Alabo el deporte sano, sin drogas. Creo que hay mucho esfuerzo y dedicación. Es algo que no sé hacer, soy muy patosa y lo admiro. Detrás hay muchas lágrimas, muchas heridas físicas y personales. Me enorgullecen las personas que obtienen estas medallas olímpicas y comparto su entusiasmo. Casi me da igual su nacionalidad.
Prefiero que la juventud se incline hacia el deporte que hacia la vanalidad que ofrece el dinero fácil de la publicidad mediática que nos devora.
China se está comiendo así misma. Ha empezado a notar los efectos del dinero de las multinacionales.
Bipo, yo también las admiro porque se lo curran y dedican mucho tiempo y esfuerzo en ser los mejores, ¿pero hay necesidad de ser siempre los mejores? ¿hay que ser el mejor para demostrar que eres bueno y otros te imiten?
China se está comiendo a sí misma y nos va a devorar a todos. Al tiempo.
Besazos.
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