Hicimos junto a mi hermana planes para la próxima Navidad, hasta salió con ella a comprar los manteles, servilletas y platos desechables para no darnos el trabajazo. Un menage en negro y oro espectacuclar porque no encontraron el de los colores típicos: rojo, blanco y verde. "Mamá, le dije, es precioso, muy elegante, ¿pero no crees que resulta un poco fúnebre?" "No -me dijo-, imagínatelo puesto en la mesa. Además le pondremos unas pequeñas estrellitas doradas esparcidas sobre el mantel que le darán un toque muy especial". Me dio miedo que fuese un presentimiento pero lo deseché de mi cabeza. No seas agorera, me dije.
La tarde antes de su muerte, volviendo a casa desde el trabajo y después de haber hablado con ella por teléfono el día anterior y haberme dicho que se encontraba genial (palabra suya), se me ocurrió pensar que hay veces que las personas antes de morir tienen una especie de periodo de gran vitalidad, una especie de danza del cisne desplegando y batiendo las alas con enorme fuerza y pasión para luego caer fulminado. Pero deseché ese pensamiento de mi cabeza. No seas agorera, me dije.
Cuando la vi por última vez en el féretro estaba tan serena, con una expresión tan dulce y en absoluto desfigurada que se podría pensar que en cualquier momento iba a abrir los ojos y sonreír. Besé su frente fría con todo el calor de mis labios para llevarme el último roce de su piel. Después una nube de humo se llevó su cuerpo hacia las estrellas donde seguro su energía brillará como una de ellas.
Es difícil asumir una pérdida tan inmensa: la de la persona que más te ha querido, de forma incondicional, generosa y valiente. Sé que es este un luto por el que hay que pasar; sé que pasará el tiempo y cada vez la lloraré menos aunque su recuerdo siempre esté presente; sé que la vida sigue y he de vivirla con la pasión de siempre, como ella sabía que me gustaba y quería que lo hiciera; sé que el corazón recuperará su tamaño, se esponjará de nuevo; sé que mañana seguirán naciendo flores y el sol aparecerá y se irá envuelto en los colores del otoño y yo seguiré admirándolo y dando gracias porque mis células sigan relacionándose y permitiéndome sentir mi cuerpo y el de otros. Y a ella la tendré conmigo porque nací de ella.
Ya me siento con fuerzas para comentar en vuestros blogs pero todavía mi cabeza no es capaz de adentrarse en otros asuntos de la vida cotidiana y escribir sobre ellos (hice una excepción con el anterior post porque es un tema que me quema las entrañas), pero sé que pronto lo volveré a hacer. Sólo necesito un poco más de tiempo para asumir la pérdida. No lo hago para disculparme (sé que no necesito hacerlo), tampoco es un lamento aunque nada me costaría hacerlo, sino llevada por la pura necesidad de expresar cómo me siento. Sé que estáis ahí dándome cobijo y me gusta. Os quiero.
Mi madre se llamaba Clotilde, ahora ya lo puedo decir a los miles de vientos. A ella nunca le hubiese importado que lo hiciera.
Pérdida y poesía.
27 comentarios:
Querida Isabel, deja que todo fluya sin prisas, poco a poco, es muy dificil recuperarse de una pérdida tan importante, pero se, lo se de buena tinta que el tiempo hace que volvamos a recuperar la sintonía, eso si, ellos los que ya no estan en este plano fisico y a los que queremos aunque ya no estén, ellos son los que se encargan de devolvernos esa sintonía...
Un beso enorme.
Isabel, tu madre debía estar muy orgullosa de ti. Tenía motivos sobrados.
Un abrazo muy fuerte.
Un recordatorio y un texto hermoso. Muchas veces pensamos en las cosas que van a suceder. Si no suceden, lo olvidamos, si suceden se convierten en augurios. Quizá todos sepamos qué va a pasar a nuestro alrededor y nos lo neguemos.
Besos y a seguir adelante. Se te quiere.
El mejor duelo es saber que forma parte de la eternidad.
Y sigue cuidando de ti.
Que te llamara para describirte una puesta de sol... uff desde luego que sí, tu madre era poesía!
Y tú también lo eres, no lo dudes nunnnca.
Qué bueno que las palabras quieran salir, cómo ayuda eso, verdad?
Te mando un achuchón tan fuerrrrte, que ya no vas a tener ganas de achuchones en unos pocos de días. Muaccc
Gracias Isabel, espero que mis tonterías te arranquen una sonrisa de vez en cuando, aunque sea fugaz.
La fotografía es muy delicada, y en cuanto al texto ... confirmo que no necesitas ninguna disculpa, sólo faltaría. Mucho ánimo.
Un beso.
Bellísimo relato de tus últimos dias con tu mami querida. La descripción del cisne moribundo del "Lago de los Cisnes" me ha llegado al alma. Tu madre y tu sois poesía, sin duda alguna. Ella será siempre la estrella más brillante del firmamento. Muchos besotes y abrazotes de oso, M.
Ni te imaginas como entiendo ese llanto y ese luto. Todas las muertes son duras, pero la de una madre es monstruosa... ella fue valiente, y tú también lo eres.
Mi abrazo, Isabel, y mi brindis por Clotilde.
Sí creo que el cuerpo antes de partir tiene una jornada previa de esplendor... "la mejoría de la muerte"...
Todo es energía, todo fluye, cada vez creo más en la vida espiritual..
Tómate tu tiempo, es necesario encontrar la calma con uno mismo
UN BESAZO
Qué grandes eres ISabel... Toda tu fuerza en la escritura, la descripción de ti misma frente a tu madre, su recuerdo y tus emociones aquí vertidas, son sólo un poco de todo lo que en efecto ella debió darte... Un enorme abrazo de nuevo.
El recuerdo, así, feliz, vívido, es el mejor que de todo lo que se va nos queda...
Creo que te lo dije en la entrada del video de Bebe.
Tu madre está en ti y tú en ella.
Y sí, soy madre y así lo creo, seguramente es el ser que más te ha querido en tu vida y eso no lo borra nada ni nadie.
El amor sigue y permanece porque tiene una fuerza tan profunda... que el sólo hecho material de desaparecer el vínculo físico no puede hacer desparecer la fuerza tan bestial que tiene.
Creo que la nostalgia, el luto y la tristeza de saber que alguien a quien se ama ya no está...ha de pasar, ha de fluir...
Através de tus palabras siento envidia sana de ver cómo te llevabas con tu madre, ¡qué bonito!
Un beso, corazón
Me gustaría sentir lo mismo... De todos modos, gracias. Un beso. Àngela
Qué bonito Isabel!, tienes un recuerdo precioso de tu madre que guardarás siempre como si fuera ayer, te envidio y te entiendo muchísimo... cuídate. Besos
Compartir esos recuerdos es vivirlos más y hacer que vivan detrás de las palabras y de la, en ocasiones, oscura tutela de la memoria. Fuerza, amiga. Abrazos y besos.
Mi madre sí que se hubiese sentido orgullosa de vosotros/as, tantos y tan buenos amigos/as. A veces le contaba qué era esto del blogueo, en qué consistía, porque para ella era un enigma. Lo que pasa es que se interesaba por cualquier cosa nueva, incluso aunque no llegara a comprenderlo del todo.
Alguna vez le contaba quiénes érais y qué tipo de cosas escribíais y sé que le gustaba, que pensaba que me relacionaba con gente interesante y, sobre todo, que si a mí me gustaba no podría ser por otra razón que por que era algo bonito.
Y llevaba razón: sois gente, para mí, muy interesante sobre todo por lo que se puede vislumbrar de vosotros mismos, que me habéis enganchado y a algunos he tenido el inmenso placer de conoceros y constatarlo, y por eso mismo, es bello también.
Gracias, con el corazón en la mano, por vuestra sensibilidad y cariño.
Sois un lujo, sin excepción.
Os quiero.
Nada volverá a ser igual, pero la calma volverá y las cosas se acomodarán para que puedas seguir viviendo; es lindo que puedas recordar con tanta lindos sentimientos.
Besitos.
Isabel , no quiero que suene hipocrita, pues la lejania hace insensibles, la espacial y la afectiva, pero lamento tu sufrimiento, es un placer pasarse por tu rinconcito, e scomo ir a tomar un café a casa de un amigo y oir, escuchar...
besos..
POR AQUÍ SE TE QUIERE TAMBIÉN...
Querida Isabel!
Entro por casualidad en esta casa tuya y me encuentro con esta noticia... te enviamos mucho cariño desde el corazón de Cataluña!
Un beso muy fuerte
J.A. Y Agustín
Ando por aquí, nena...
Besos :)))
Cathy, Brujo, Agustín, DianNa, os digo lo mismo que a los demás: sois un lujo y os quiero.
Besos enormes.
Hace menos de un mes perdí a mi padre, te leo y me leo en tu dolor, dicen que eso pasa, espero que así sea
un saludo en afinidad de sentimientos
Querida Isabel:
No sé cómo poder paliar esos sentimientos de tristeza que te invaden, por la pérdida de la persona más querida y que más te quiso. Es cierto que tienes que pasar ese período de duelo, para que con el paso de los días, pueda ir remitiendo ese dolor inevitable que sientes ahora.
Sabes que estamos aquí, de una manera incondicional.
Simplemente decirte que te queremos, que eres un amor,y que es un placer siempre visitar tu casa y tomar un café contigo.
Mi cariño sincero:)
¿¿Estás muy bajita, verdad??
Todavía no te he escrito para tomarnos aquel café!!
Quieres que nos tomemos un algo el miércoles que viene y te presento a Urceloy?! (o a lo mejor ya le conoces... y mejor todavía!!). Venga ¿quieres?.
Un besito.
Besos, querida, aún ando "digiriendo" tu mail.
Te quiero, miles de besos y abrazos
Mucha fuerza para ti.. y los tuyos....
saludes!
Con retraso, pero acéptame mis condolencias. Sí que es grave pérdida. Sí que lo es.
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