Persona2 - ¿Es que ha pasado algo?
Persona1 - Lo de siempre, lo de la corrupción en el PP. Este país no tiene arreglo.
Persona2 - ¡Menudos sinvergüenzas! A esos los cogía yo y los ponía a picar.
Persona3 - Oye, oye, que yo sepa nadie ha dicho que se hayan llevado ellos el dinero sino que lo que lo han utilizado para financiar al partido.
Persona1 - ¡Qué ingenuidad la tuya! ¿De verdad te lo crees?
Persona3 - ¿Y tú te crees lo que dice el PSOE?
Persona2 - No, pero es que son los jueces los que lo están diciendo.
Persona3 - Los jueces todavía no han dicho nada, que yo sepa.
Persona2 - Bueno, la policía.
Persona3 - Es que yo tampoco me creo a la policía porque está a lo que le diga el Gobierno.
Persona1 - Vamos, que te has creído lo de la conspiración mundial.
Persona2 - ¿No te parece curioso que Berlusconi esté utilizando la misma estrategia para defenderse?
Persona3 - A vosotros lo que os pasa es que sois del PSOE.
Persona2 - Yo no soy de nadie, pero creo que todo esto huele a podrido.
Persona3 - Por eso hueles tú así de mal.
Persona1 - ¿Por qué no lo dejamos estar?
Persona2 - Sí, mejor será.
Persona3 - Ahí llega el metro.
Y yo pienso que la confusión de la gente es enorme; unos no se creen nada, ni de estos ni de aquellos ni de los de más allá, y otros se lo creen todo a pesar de las evidencias. En el escenario de la política se está interpretando una obra tan nefasta que los pitidos de los espectadores ahogan las voces de los actores y por mucho que estos griten casi nadie los escucha. Yo los escucho, pero usan un lenguaje que no es el mío.
La deshonestidad enturbia la política y eso no es poesía.
11 comentarios:
Te agradezco tu visita a casa y tu comentario, cálido comos siempre. Un abrazo.
Los políticos son expedientes X sin resolver, amiga mía.
Son de otro planeta, de otra galaxia, es por ello que su idioma nos resulta indescifrable.
personalmente, ni les entiendo, ni lo intento. Son tan aburridos...
Mil besitos cielo!!!
Hola bonita,
Lo que se aprende escuchando a la gente en el metro! si es que saldrían tesis y más tesis sin necesidad de doctorado ni maestría previa...
Pero la cuestión es: estamos haciendo algo a parte de votar o dejar de hacerlo? NO. Y esa es la pena, que la gente ya no se organiza nada más que para reaccionar a un mal, en forma de plataformas "contra" o en defensa de l@s "afectad@s de". Qué pena! menos despotricar en el metro y más agruparse y a pedir, que quien no llora no mama. Estoy en lo cierto?
Voy a montar algo que escribí hace años, mi granito de arena por la "vivienda para tod@s", ahora sólo me falta el ICO de mi parte, para empezar.
Salud y muchos besos!
A mí lo que me da todo esto es repugnancia. Una enorme repugnancia. Y un temor a las consecuencias del descrédito del sistema parlamentario.
Besos.
Eres un crack porro y puro y tu persistente consistentencia derriba las paredes del olvido que supuestamente no existía
La política en este país huele a podrido desde hace muchísimo tiempo sobre todo el PP que siempre lo he percibido como un partido mafioso. Ahora se están viendo los resultados y nosotros, los CIUDADANOS ¡sin reaccionar! Ese partido hay que limpiarlo de arriba abajo. Besotes, M.
"La canción de tu seducción está desafinada", cantaba Luz Casals más atrás, y allí delante ;)
Es el desencanto; o te lo crees todo o no te crees nada porque estar discernir la verdad de la mentira, además... ¿cuál sería la diferencia entre robar para sí mismo, o robar para el partido? Qué bonito; si es lo segundo debieran darles una medalla al honor o, ¿qué es lo que le han dado a Obama? XD
Besos de tranvía
Es ficción-política, John Le Carré puro. Pero en casa, en la portada de El Mundo, ojú, en la portada de La Razón, ay, ay. Y encima lo vemos, a fuerza de insistir, normal. Como una novela. La vida misma novelizada. En otro orden de cosas, el metro. Mi pasión literaria o cinemagráfica desde que hace un mes largo estuve en Madrid y lo disfruté. Y cómo. Un saludo, besos, todo eso. Ganas me dan de tirar de letra y hacer (copiándote, sorry) un post underground...
¡Jo! Lo del Correa-Gürtel es pa enmarcarlo. Daría para una novela picaresca pero sin uvas y sin lazarillos.
Los pícaros modernos son los políticos y sus amiguitos.
Besitos.
El tema fundamental es que en el escenario no se escuchan los pitidos de los espectadores -jamás se han escuchado en ningún sitio del mundo, en ninguna época- sino otros "pitidos" que convienen a los actores.
Un saludo.
Lo peor es que somos tontos de baba. En vez de -el pueblo llano y sencillo- arrejuntarse para buenamente pedir las cuentas claras a quién sea, acabamos discutiendo entre nosotros por unos señores -que si me apuras compran los trajes en el mismo sitio-.
Lo que me parece vergonzoso es que si hay un proceso judicial no se acate la investigación y resolución. ¿Dudamos de la justicia cuando nos conviene?, porque en ese caso... que se dude para todas las circunstancias que se están juzgando en España.
(yo ya no creo nada ni a nadie, ni me puedo creer que a estas horas esté aquí)
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