Bitácora de Isabel Huete
17 mayo 2008
EDITA-1
Teatro del Mar, sede de EDITA
Vista general del vestíbulo con los stand
Sergio Cuateco en el stand de Diógenes
Cada año, cuando termina EDITA, ya esto soñando con la convocatoria del año siguiente. Para mí es una de las experiencias más gratificantes y divertidas que vivo cada año por dos razones: la primera, porque tienes la oportunidad de ver las nuevas ediciones de las distintas editoriales alternativas que asisten y de escuchar los recitales poéticos o creaciones artístico-literiarias de quienes se pasan el año dejándose el alma en volcar sus sueños y vivencias en un papel o en una vídeo creación, o también en una performance, o en lo que sea. Y la segunda porque vuelvo a ver a amigos y amigas que no puedo ver casi nunca durante el resto del año y con los que disfruto mogollón, porque cuando hay buena sintonía el placer es inmenso, y más si todo va acompañado de buen vino del Condado, cerveza, o una manzanilla bien fresquita junto a una fuente de coquinas y otras de choco, pijotas, hacedías o puntillitas... La pena ha sido que L. Felipe Comendador, mi querido Luisfe, no nos ha regalado su presencia este año; tampoco Javi Berros, a quien adoro, ni Ángel Petisme, ni José Blanco, todos amigos muy queridos. Otro año será.
Este año en Diógenes Internacional habíamos acordado con nuestra amiga mexicana Gabriela Juárez que llevaríamos desde Madrid a Punta Umbría a tres de sus compatriotas que venían al encuentro (ella al final no pudo venir, y lo he sentido un montón porque es una bella persona). Para allá nos fuimos, pues, en amor y compañía, José Mayoral, Sergio Cuateco y su hija Gabi, Erándini y yo, cargados de bolsas y libros. Este año, además, era el primero en el que las editoriales podíamos disponer de un stand para colocar nuestros libros.
El Teatro del Mar es del Ayuntamiento y lo cede a la organización de Edita para que en él se celebren todo los eventos. Se inauguró el año pasado y realmente ha sido un cambio importante, no sólo por el mayor espacio del que disponemos sino también por ser un edificio nuevo muy diferente al salón que nos cedían antes en la Casa de Cultura, una cutrez, la verdad, para los tiempos que corren.
Estoy intentando subir más imágenes pero a pesar del ADSL, el wifii y todos esos rollos patateros, tengo problemillas, así que tras esta presentación y panorámica general del lugar del encuentro, me despido por hoy sin contar ni la mitad de lo que quisiera y esperando mejores tiempos de conexión con blogger.
Encuentro y poesía.
Publicado por Isabel Huete en 15:46
Etiquetas: EDITA, Erándini, Gabriela Juárez, Sergio Cuateco
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5 comentarios:
Una magnífica iniciativa, sin duda alguna. Besos, Isabel.
Estupendo tener una cita anual con los colegas y con buen rollo. Cosa no habitual en situaciones parecidas.
Qué apetecible intercambio y disfrute de encuentros culturales.
Me gustaría saber el significado de los pinchos que describes ya que el vino nos lo hemos bebido.
Para mí este año ha sido visto y no visto pero también un acontecimiento feliz por todo lo que cuentas y más.
Besitos Maribel.
Pues sí, Javier y Pedro, esta cita anual es como un bebedizo que una no puede dejar de tomar. Estoy enganchada, ¡qué le vamos a hacer!
Bipo, cariño, ya lo explicaré con ma´s detalle, aunque si os habéis bebido todo el vino yo creo que lo de la zampa es lo de menos... Jeje.
Sí, os echamos en falta el resto de días, pero eso quedó compensado con tu lectura de poemas, ¡qué buena eres, tía!
Aún me queda mucho que contar del EDITA de este año.
Besotes a todos/as.
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