Bitácora de Isabel Huete
25 mayo 2008
Nocturno
Nocturnos están siendo mis días para poder trabajar con el ordenata de Mayo. Sólo puedo utilizarlo después de cenar y la verdad es que algo debe de pasar en el servidor o en la línea o en la madre que los parió que se me cuelga cada dos por tres. Total, que son las 4 de la madrugá y aquí estoy para contar no sé todavía qué después de haber intentado entrar en los blogs amigos y haberme sido imposible hacerlo en algunos. Ajo y agua, que hasta puede que sea sano.
Llevo cuatro días en Tembleque y no sólo no he podido ir a darme una vuelta por el campo para oler las flores debido a la amenaza de tormentas permanente, y algunas descargas de lluvia importantes, sino que no he dado todavía un palo al agua. Vamos, que me estoy tocando la bola, o la pirindola, o la carambola, tan ricamente... ¡Con la de cosas que tengo que hacer, san dios! Sólo he leído el periódico, tumbada por supuestísimo, y descargado y ordenado las fotos de mi periplo andaluz y castellano. Hay fotos bellísimas que tendré que enseñar algún día, cuando me quite el muermazo (voy por buen camino). Bueno, mira, voy a descargar una muy apropiada para estas fechas y para levantar el ánimo a algún bloguero que anda derrotado por su página, no sé si como alma en pena o como pena en alma, que es diferente aunque parezca igual.
Pues nada, que dice el Sr. Blogger que no se puede establecer contacto con él; debe estar de marchita guapa siendo sábado por la noche. Pues no sabe lo que se pierde dándome el esquinazo, porque todavía estoy de buen ver.
(Jardín exterior del Monasterio de La Rábida. Huelva. Foto de Isabel Huete)
Ahhh, me ha dejado por fin! Te la dedico Pedro.
Que sé que estáis todos durmiendo como angelitos... Yo me las piro a haceros compañía. ¿Hacemos cuna redonda?
Sueños y poesía.
Publicado por Isabel Huete en 03:48
Etiquetas: Blogger, Monasterio de La Rábida, Tembleque
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5 comentarios:
Preciosa foto. Yo aprovecharía esa lluvia torrencial para hacer fotos mientras escampa. La luz y los colores son especiales.
Me llegó la foto entre los silencios de mi frágil sueño. Gracias.
Aprovecha el tiempo para no hacer nada, ya verás cómo cunde.
Besos y gracias por las flores, que recojo para ponerlas en un jarrón bien grande, en el salón.
Pues no creas, Javier, no está habiendo muchos contrastes de esos que dices y que he podido fotografiar algunas veces. Todo está demasiado gris...
Besitos.
Ayayay, Pedro, esas flores no son para ponerlas en un jarrón, que se acaban muriendo; son para imaginar su olor y su frescura, para soñar con su textura aterciopelada; para alegrar la vista con sus colores. ¿Es que has perdido también la imaginación, o el gusto por lo bello?
Besotes y ánimo.
Lo de la cuna redonda no lo acabo de imaginar. En vez de delicadas y sonrosadas pielecitas de bebé oliendo a caca de leche, sobacos y ronquidos... puf, da hasta miedo
Jajaja, Bipo, eres una terremoto total. La verdad es que yo tampoco me lo puedo imaginar, pero al no conoceros a casi ninguno una puede dejar volar la imaginación todo lo que quiera, con olores y sin ellos, con sabores o insípidossssss... Jajaja. ¡Cómo me río contigo!
Besazos
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