Bitácora de Isabel Huete
05 septiembre 2008
Un día otoñal
Hoy me he levantado llena de vitalidad. Sé que cuando diga la razón habrá quien piense que estoy majara total, pero he de decir que el que los colores del arco iris sean tantos no es una cuestión baladí. Y es que a mí el fresquito me pone. Hoy Madrid ha amanecido encapotada y ventosa, como un preludio del frío que se avecina. Ha faltado que todo hubiese aparecido regado con agua de lluvia, pero bueno, tampoco se puede tener todo de golpe.
Y es que a mí me gusta el frío porque es el único que logra atemperar el calor que me abrasa por dentro. Me encanta sentir la calidez del cuerpo bajo la lana mientras el viento frío me acuchilla las mejillas. Chapoteo en los arroyos de lluvia y me río del agua por su empeño en traspasar la piel de mis botas. Me pongo la boina, los guantes y la bufanda porque en aquel cuento que leí de niña y tanto me gustó, la protagonista se los ponía para ir a patinar al lago helado. Si truenan las nubes, me asomo al balcón para devolverles el saludo, y bato palmas de felicidad cuando me lo agradecen enviando luminosos rayos que danzan inquietos sobre los tejados de las casas. Cierro las ventanas para poder observar las gotas de lluvia deslizarse por los cristales en un llanto emocionado. Recojo las hojas que los árboles siembran en los parques para fotografiar sus decadentes rizos.
El frío me sabe suya, y yo me dejo querer.
Otoño y poesía.
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19 comentarios:
Qué fotografía más hermosa, con esos colores tan típicamente otoñales. Y qué pronto llega el otoño.
Gracias por tus palabras y por pasarte siempre. Un besazo!
Claro que es sugerente lo que dices, y seguro que lo disfrutas. Pero... de nuevo la monotonía de los abrigos, los cuerpos ocultos, la pereza para vestirse y cambiarse, olvidar el placer que produce el viento al rozar la piel. También eso, al menos a mí, cuesta al principio.
Querida Isabel, tú sí que sabes!
A mí me paso idem, me encanta el frío y la decadencia otoñal, me parece una de los escenarios más bellos que pueden existir. Todo se pinta de colores ocres y parece que la vida comienza de nuevo...
Bellas, muy bellas tus palabras.
Un gusto visitarte!
Un abrazo enorme:)
En esa espera andamos, Isabel; en el bendito frío. Al Sur, aquí abajo, todo se amplifica y ya estamos "jarticos" de los rigores de la canícula. Venga el frío. Corriendo, si quiere. Esperamos.
Yo igual, prefiero el frio cien mil veces al calor sofocante del verano. El otoño me encanta, especialmente el canadiense con las hojas de arce encendidas en diferentes colores maravillosos... Besotes, M.
A mí también me gusta cuando comienza el frío. Con la edad, he ido soportando peor el calor.
Te debeo correo.
Mi estación es también el otoño, por su luz.
Me gusta que fotografíes decadentes rizos en esa hojas caídas como alimento sagrado.
Yo elijo las estaciones intermedias, no soporto bien, ni el frío, ni el calor.
Los colores del otoño me encantan, me gusta la lluvia y saltar en los charcos (es una manía) me lo paso pipa con los críos, también salimos a la terraza cuando caen chubascos fuertes a ponernos empapados, es genial, si no hay rayos, claro :)
Besos, niña y feliz todo
¡Qué descripción tan bella!
Septiembre es mi mes preferido. Me evoca recuerdos dulces. Los colores de las hojas son espectaculares
Pero el invierno es largo y despiadado aquí, peor que en la Siberia
Botas "chapuscas" y montañas de hojas secas
IF, ¡tú sí que nos haces un regalo de primer orden con tus fotografías!. Disfruto enormemente visitándote porque siempre descubro algo nuevo y hermoso.
Gracias por estar ahí.
Un besazo.
LAVELABLANCA, ¿por qué no puedo entrar en tu blog? Igual estás en uno compartido y ahora no caigo... ¿Es en el de los bibliotecarios burgaleses?
Comprendo lo que dices porque a mí también me dan pereza esas cosas, pero la llegada del otoño me encanta y no empiezo a plantearme esas incomodidades hasta que no está ya avanzado. Lo mismo me pasa con la llegada de la primavera, pero luego el calor me agobia y el cuerpo y el no cuerpo me piden un cambio. ¡Animo, que nada es eterno! :-))
Un besote.
Luego sigo contestando al resto que se me acaba de liar la tarde.
Hola Isabel. Ya regreso. A mi el frio a destiempo em disgusta, por qeu lo asocio al fin de una pequeña era vital...
ains.. la depre post vacaional... vengo de la luz del sol y la sal y aunque me gusta el olor de la tierra mojada por las primeras lluvias despues del verano, aun no lo quiero
SIBYLA, es que esto de los cambios estacionales es como una regeneración vital ¿verdad? Aunque no me gustan las temperaturas extremas, no puedo evitar sentir mucha más energía con el frío que con el calor.
Gracias por tus palabras. El gusto lo siento yo al recibir tu visita.
Un besazo.
EMILIO, comprendo lo que me dices. Mira que me gusta tu tierra, pero reconozco que cuando el sol pega se abrasan hasta las ideas. Los aromas de la primavera en el sur es una de esas cosas difíciles de olvidar, aunque quizá los del otoño sean igual de inolvidables. El frío siempre os llega más tarde, pero no desesperes que siempre llega.
Besotes.
MECHE, lo tuyo sí que es un lujo, ¡no me importaría nada conocer el otoño en Canadá! Aunque visitar Luxemburgo en esa época no creas que es cualquier cosa. Estuve allí por cuestión de trabajo pero lo disfruté como si fuese una fiesta. ¡Viva el Otoño!
Besitos.
PEDRO, ¿pero de verdad te sientes tan viejo? ¿Sientes más calor porque tienes más edad o sientes más edad porque tienes más calor? :-))
Escríbeme cuando te apetezca, tranqui.
Besitos, vieji.
JAVIER, es que las luces del otoño tienen algo de embrujo. Ya pondré alguna fotografía de sus pisadas, sus hojas.
Un besote.
DIANNA, me imagino que disfrutar de esas cosas con tus hijos debe de ser una pasada. Hacernos niños de vez en cuando, o a menudo, es superbueno para el cutis... Jajaja.
Es siempre bueno.
Besucos.
BIPO, yo creo que tú le tienes manía a Burgos... Jaja.
Sé que allí el frío puede ser tremendo, pero no sabes la envidia que me dais cuando veo que os nieva. Me encantaría poder levantarme un día en Madrid y descubrirla toda nevada, pero nevada de verdad.
De momento sólo quiero disfrutar el otoño y sentir esa melancolía sana que lo envuelve todo. Y necesitar taparme para dormir.
Un besazo.
CUENTOSBRUJOS, bienvenido tras tu disfrute de la luz y la sal marina. Lo malo de cogerse las vacaciones tan tarde es que en cuanto te descuidas aparece el frío y es un cambio demasiado rápido. Pero ya verás como enseguida te incorporas al grupo de amantes del otoño que, como he podido comprobar, somos mayoría. :-))
Sigue haciendo esas bellísimas fotosbrujas.
Un besote.
Al leer tu precioso post, me he acordado de "primavera verano otoño invierno primavera" la película de Kim Ki-duk.
A veces soy la piedra que hunde a la rana en el estanque.
Un beso!
Besos y feliz semana, guapa :)
CESC, ¡eso es pura maldad! :))
¡Qué peli esa tan especial!
Un besazo, corazón.
DIANNA, lo mismo te digo. Disfruta de los días.
Besitos.
Recogerse, abrigarse, buscar el calor, el café bien caliente, una manta, el fuego, los libros, la música en otro tempo, los cines (no al aire libre),....
Pués eso, el otoño.
Pues eso, el otoño. ¿Qué más se puede pedir? Todo forma parte de la esencia de la vida.
Un placer tu visita.
Besazos.
comparto contigo el calor del otoño que nos arropa no sé como, pero desde luego tenemos ganas de estar mas arropados que desnudos
me llamo mucho la atencion de puertas a dentro, y las fotos, todo muy bonito
un saludo
Gracias por tu visita y bienvenida a esta tu casa. Aquí siempre tendrás un lugar para opinar, si quieres.
Lo importante es cuándo y como nos vestimos o desvestimos por dentro. No es fácil acertar.
Un besazo.
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