Pensaba mientras iba de un lado a otro que cada vez me interesa menos los pasos que doy y hacia dónde se dirigen. Recorrer el camino y medir su distancia (o intentarlo) no ocupa mi tiempo; ni siquiera el horizonte me inquieta si no es para ver salir el sol o divisar Venus al atardecer. La prisa ha huido a otros confines y la carga sobre mis hombros cada vez es más ligera.
Ahora me siento más libre y sólo se detiene mi mirada sobre las flores que crecen al borde del camino como glamurosos arco iris. Dejo al viento desnudar mi cuerpo y a los pájaros hablarme al oído. Me adormezco cuando el sol se recrea en mi piel y despierto cuando las estrellas chisporrotean suspendidas en la inmensidad.
Ya sólo me entusiasmo con el abecedario de la vida.
Vivir y poesía.
15 comentarios:
Querida Isabel: te eché de menos en Madrid... Te llevé un ejemplar de "Razón y desencanto".
Besos,
Diego
Bonitos presupuestos para vivir: el abecedario perfecto. Mirar las flores. El viento. Que los pájaros hablen. Poesía a ras de alma. Me parece que se puede vivir así. A lo mejor pruebo. Me temo que soy muy nervioso y muy activo para adormecerme al sol, pero lo puedo intentar. Besos.
Tú sí que eres un abecedario y una forma -fabulosa- de aprender a ver la vida.
Muaccccccccccc
Jo tía, has llegado a sabia. ¿Vía sufrimiento o vía casualidad?
BBN.
DIEGO, ya te lo dije: me fastidiaron el encuentro-concierto. Y encima me dejaron sin tu libro... Te mandaré mi dirección para que me lo envíes si puedes. Me hace mucha ilusión, ¡y con dedicatoria, eh?!
Gracias por ese detalle. Lo agradezco en el alma.
Un beso grande.
EMILIO, prueba a poco que quieras. Te aseguro que esos nervios acabarán convirtiéndose en energía del placer por la vida. Es fundamental abandonar lo supérfluo y centrarse en lo importante, que no es otra cosa que eso que merece que nos detengamos a mirarlo.
Besotes, amigo.
DONCE, es inevitable ir aprendiendo la vida; para aprenderla bien y aprehenderla hay que vivirla, pararnos a mirarla y extraer su parte más bella.
Besos, cielo.
ADU, vía sufrimiento... También el sufrimiento hay que verlo con distancia y no regodearse en él para no quedarnos ciegos. Hay que intentar que la parte oscura no gane la batalla. Es una lucha que, si la dominas, compensa con creces.
Besitos.
hola, te he leido, gracias
Tienes toda la razón, compensa siempre con creces. Te mando un millón de besos.
P.S.: Por cierto, donde vivo, los pájaros están todo el día escuchando Reggetón.
Y ese es el mayor milagro que podía haberte ocurrido Isabel, que la prisa se vaya a otros confines y nos de la libertad de fijar la mirada en el instante, en ese minuto necesario, en los besos de la mañana, o en un cristal que promete regalarnos cientos de miradas diferentes...
Un abrazo inmenso, guapa!
MArian
Nuestra vida es un abecedario incompleto. Lo vamos llenando de sensaciones, palabras, vocablos e imágenes que nos sirven para recordarnos constantemente que estamos vivos.
Un abrazo
Has llegado a un estado de plenitud. Me alegro.
preciosa imagen me encanto
tienes un blog muy currado¡¡
republica libertaria de las tortugas
Genial el sentimiento que expresas en esta entrada. Hay que liberarse de muchas prisas innecesarias y volver, como tú al final dices: al abecedario de la vida. Me ha gustado mucho esa frase.
"Vivir y poesía", que son lo mismo en el fondo.
El abecedario de la vida, mi querida, ESA es la quid de la cuestión... Besotes, M.
La experiencia habla por tí.
Espero tus noticias.
Escalofríos. Eso es lo que he sentido.
Una mujer en un parque sobre la que comen las palomas. Nadie más lo comprende.
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