Bitácora de Isabel Huete
29 agosto 2007
Puta Parca
Puta Parca que has matado a Antonio Puerta, sin razón, traicionando todas sus vidas, veintidós para ser más exactos. Quizá ya sea una nueva estrella, de las que brillan, en la noche.
Ya lo sé: la vida no es nada sin la muerte, y viceversa. Hay que acostumbrarse, pero cuesta un huevo, al menos a mí, aunque la haya sentido rozándome. No era nada mío, ni siquiera su equipo es mi favorito, tampoco sabía nada de él, apenas; ni siquiera hubiese podido recordar su nombre si me hubiesen preguntado. Pero lo he sentido por su juventud, porque tenía sueños, porque derrochaba vida, porque le quedaban muchas sonrisas por mostrar.
Me acuerdo de mi primo Manolo. Perdió a su hija, en poco más de un mes, con menos años aún, y a él se le ha ido la vida en parte. También a él. El dolor también produce efectos colaterales.
Si la vida no para de mostrarnos lo injusta que es, no podemos esperar que la muerte no lo sea. Lo demuestra demasiado a menudo, más que la vida, ¡la puta Parca!
Pena y Poesía
Publicado por Isabel Huete en 12:22
Etiquetas: Antonio Puerta, muerte, primo Manolo
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