Bitácora de Isabel Huete
22 mayo 2008
Dios, qué mal me expreso
Pues sí, debo expresarme fatal cuando alguno/a de los amigos/as que me visitaron ayer no comprendieron el sentido irónico que quise dar a eso de que "Dios me está castigando...". Aclaro: soy agnóstica y como tal, ni niego ni afirmo la existencia de Dios; puede que exista y puede que no, aunque tampoco me preocupa demasiado. En todo caso me resulta imposible creer en el Dios que ese invento que crearon unos listillos, llamado Santa Madre Iglesia, nos ha enseñado; de tan contradictorio es inverosímil. Yo tengo mi propia teoría (nada original, por otro lado), sobre ese Dios que, en caso de existir, sólo podría concebirlo como una forma de energía que todos los seres, humanos o no, compartimos, y de la que nos alimentamos y aprovechamos con mayor o menor fortuna. También creo que en la misma medida que la utilizamos, nos desprendemos de ella. Sería una energía universal y ordenada, autoregulada, inagotable y diversa, con polo positivo y negativo (otra vez el yin-yang), y dependiendo del uso que hagamos de ella sus efectos serán beneficiosos o perjudiciales para uno mismo y para los demás. Y en caso de que Dios no exista, pues más o menos lo mismo, porque creo que la vida es pura energía y que todos la compartimos utilizándola según nuestro saber y entender, es decir, regimos nuestra existencia; nuestros actos, desde el momento que tomamos conciencia del yo, dirigen nuestro destino, y éste depende del grado de razón y/o de pasión que pongamos al realizarlos. Creo que la razón es una enorme víbora, silenciosa y traidora, dispuesta a clavarnos sus colmillos al más mínimo descuido; mientras que la pasión es como un águila real, acechante y ágil, siempre dispuesta para lanzarse en picado en busca de su presa.
De mí digo muchas veces que practico el juego de la esquizofrenia conmigo misma: Isabel es mi personaje pasional y Huete es el racional, y entre ellos algunas veces se entablan conversaciones la mar de interesantes; en otras ocasiones son verdaderas luchas a muerte. Y yo enmedio... No hay dos sin tres, dicen.
En fin, que aunque la psiquiatra me diga que estoy deprimida, yo no me lo acabo de creer. Cierto es que en algunos momentos, y ante determinadas cuestiones (algunas, por no ser mías aunque me afecten, no me considero libre para contarlas), me llego a sentir como encerrada en un enorme barril al que no puedo levantar la tapa porque me fallan las fuerzas, pero aún sintiendo la opresión sobre mi ánimo, la realidad es que nunca pierdo el espíritu de lucha. No sé reafirmarme de otra manera que no sea manteniendo las espadas en alto. Esa expresión de "estoy bregada en mil batallas" creo que la crearon para mí; mi vida ha sido una lucha constante y es normal que de vez en cuando me sienta desfallecer. De ser de otra manera me consideraría una extraterrestre, u otra "cosa rara".
Ayer un amigo me decía: "Si tú vives muy bien, no? Qué te falta a ti? No te quejes". Me alucinó que después de tantos años de amistad aún no hubiese descubierto que mi fortaleza es consecuencia de mi debilidad, que yo, por encima de cualquier otra cosa, necesito paz. Sin paz la vida se desgasta con mucha más rapidez. ¿Se puede ser feliz sin encontrar la paz? Yo no sé qué es la paz, ésa que brota de dentro, ¿alguien me lo puede decir?
Jo, tanto filosofar me ha dejado exhausta...
Lucha y poesía.
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11 comentarios:
De acuerdo totalmente.
Energía que fluye.
Me ha encantado tu entrada
BESOS
Hola Isabel:
Pues en realidad no escribes mal, pero recuerda que todos damos la opinión deacuerdo al punto desde donde estemos parados.
El otro día me invitaron a conocer un jardin Zen gigante, lo interesante de esto, es que dependiendo del punto donde le mirabas, la cantidad de piedras variaba, es decir uno no esta siempre viendo el total sino pequeñas partes.
Un beso
La Reggis
Por cierto..., me lo parece a mí, ¿o estamos todos de atar?
Me temo que tu forma de ser es de esas que se toman todo muy a pecho y efectivamente la paz es dificil. Un día te dejarás llevar y encontrarás en ese estado la solución y la paz interior.
qué más da!
El caso es que desde el principio de los tiempos y hasta el final de estos Dios por Dios son 4.
UN besito.
way, soy el tipo de la gorra roja
No me jodas, Huete, que te quiero más que la hostia. Si necesitas sonrisas, abrazos o un guateque, ya me los estás diciendo, que voy para allá ipsofacto.
Cuídate, chiquitilla.
Muaccssss
Bipo, te doy la razón: algo tocaos estamos todos. Ya sabes ese dicho de que somos más los que estamos fuera que dentro, ¿pero cómo no estar p'llá con este mundo que nos ha tocado vivir? Y mira que yo soy positivq...
Eso es: todo fluye y todos formamos parte de ese fluir.
Besitos
Reggis, ¿me invitarás a entrar en tu blog? Me dice que no estoy invitada... Snifft
El jardín zen no es más que el reflejo de nuestra manera de ver las cosas. Nada es lo que es sino cómo lo vemos cada uno.
Besazos
Javier, no es exactamente que me tome todo muy a pecho (he aprendido a relativizar mucho las cosas) pero no puedo huir de mi sensibilidad; está ahí y he de saber convivir con ella. No reniego de ella ni mucho menos, al contrario, me enorgullece ser así.
Besucos
¡Me había desconcertado eso de la Delegación de Estudiantes! Me encanta eso de Dios por Dios son 4. Gracias por estar ahí, chiquitín :-)))
Bicos
¡Luisfe, amor, qué alegrón me das! Te eché un montón de menos en EDITA. ¿No vas a venir a los madriles pronto? Ya sabes que si hay a alguien a quien me encanta abrazar es a ti porque una se pierde entre tanto cuerpazo. Jeje.
No te preocupes, que no me pasa nada grave, pero esa aparición tuya en mi blog me hace sentir muy bien, ¡y no dejes de avisarme cuando vengas que los mimos y el guateque no me los quiero perder!
Cuídate también que tú sí que me tienes en vilo con algunas cosas que te pasan por la azotea.
Yo también te quiero, cielo. Miles de besos.
a ver, Isabel.
a ver, Huete.
me dirigo a las dos.
A ver si me puedo explicar.
Como soy de las últimas, por una parte mejor, así sólo me lees tú el rollo que tengo idea de soltar.
Esto de Dios o dios, o como coño queramos llamar,es un poco lío, al menos para mí.
Yo, he vivido muchas etapas en esto de lo religioso-espiritual.
Evidentemente soy cristiana y católica, me haya gustado o no o me siga gustando o no. Y digo evidentemente porque estoy bautizada, y he pasado por casi todos los sacramentos.
He sido y sigo siendo muy crítica de mi iglesia.
Me siento más cristiana que católica, la verdad.
Por otro lado, creo que a veces se critica demasiado a la iglesia. Y creo que en todos los sitios hay cosas buenas y cosas malas.
Y a veces es la crítica por la crítica. Y todo lo que viene de ella se le da caña.
La verdad, que esto daría para un debate.
como tú hablas de Dios, mi dios siento que es el de Jesús. Pero cuando escribo de esto, siento la necesidad de HABLAR porque me saldría mucho mejor.
Mira, yo he pasado varios etapas.
Tuve la suerte de encontrar unas comunidades de base en mis épocas de la universidad. Y eso fue un paso de madurez en estos caminos tan tortuosos de la fe.
conocí gente estupenda, experimenté experiencias muy majas
aprendí y eso me sirvió de mucho.
Me considero cristiana con muchos fallos, y como dice algún amigo mío a mi manera. Sí, hay muchas cosas de esta iglesia que están lejos de la sociedad y del mundo.
En mi punto intermedio, llámese a veces dificultad para identificarme 100 por 100 en un lugar u otro en esta vida.
Pues bien, respeto y quiero a LA PERSONA, y eso es lo que me sirve. Intento AMAR a los que están cada día a mi lado, aunque soy muy bruja de vez en cuando y sin llegar a putear porque no se me da, el que me jode pues a veces también le jodo a él, sobre todo en el ámbito laboral que hay mucho hijoputa.
Por lo demás, intento ser buena gente, sin dejar de tener espíritu crítico. cuando tengo tiempo y encuentro silencio, intento leer algún salmo y alguna parte de la biblia con buena traducción por supuesto.
Y, bueno, siento que se me queda a poco este rollo que te he cascado.
Tengo amigos y conozco a gente en todos los lados de las creencias religiosas, espirituales y políticas...y ahí estamos, aprendo de todos y sobre todo intentando ser ecuánime.
UN BESO, CORAZÓN
Todos somos culpables en la creación de Dios: es nuestra debilidad y desconfianza.
En lo de la felicidad: no existe. Sólo ratillos. Coserlos es tarea de perspectiva.
Besos.
Qué rollo es esto de no tener tu propio ordenador ni disponer de ADSL! En fin Pilarica, que ayer te escribí una respuesta la mar de larga, ¡a las 5 de la mañana!, y cuando quise publicarla se me colgó la conexión a internet y se quedó perdida por el ciberespacio. Ya ni me acuerdo qué te decía, pero voy a resumirte un poco lo que pienso.
Yo me pasé muchos años con la duda existencial de si existe o no dios y si debía o no comportarme como en los múltiples colegios de monjas por los que pasé me habían enseñado. Al final, y después de muchos años comiendo la cocorota, decidí que si no había nadie que me pudiese demostrar la existencia de dios, pues me sentía libre para decidir lo que me saliera del forro. Y fue cuando me volví agnóstica, que es casi como estar en el limbo. Es un sí, pero no, pero quizá o vaya usted a saber. Pero es como más agusto me siento y, sobre todo, me he quitado de encima mucho sentimiento de culpa que ahora comprendo que ha influido para mal en mi andadura vital. Ahora sé que mis equivocaciones no son pecados sino errores y que no me debo culpar sino responsabilizar. Por fin he aceptado mi parte oscura y también la más clara y no me culpo por ello. Creo que no hay que tener creencias religiosas para intentar vivir lo más armoniosamente posible con todas las partes, buenas y malas, que componen nuestra existencia, ni tampoco creo que sean mejores las personas creyentes que las que no lo son. Yo sólo quiero disfrutar de la vida y hacer el mayor bien posible a la gente que me rodea e, incluso, a los que no conozco ni nunca conoceré a través de mi participación en organizaciones humanitarias y ecologistas. Creo que en esta vida hay cuatro reglas fundamentales, como mínimo, que hay que cumplir para sentirse agusto con uno mismo: practicar la honestidad, la tolerancia, la humildad y el amor, tanto con uno mismo como con los demás.
Yo tengo una pequeña virtud, creo, y es que no soy nada rencorosa, y la verdad es que creo que es muy liberador ser así porque las personas que conozco que sí lo son sufren un huevo.
Pues eso, amor, que te quiero mucho.
Pedro, no sé si te he entendido, ¿culpables de qué?
Lo de la felicidad es que no acabo de saber muy bien qué es... Según mi teoría, ser feliz significa alcanzar la total armonía con uno mismo y con todo lo que le rodea, lo cual, si no imposible, resulta bastante dificilillo,aunque hay que intentarlo. Yo a veces me siento absolutamente feliz, plenamente, y también he llegado a sentirme lo contrario, pero sé que eso está en el coco y hay que procurar liberarlo.
Besazos.
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