Furia y poesía.
Bitácora de Isabel Huete
12 septiembre 2008
Y Madrid se hizo trueno
Los truenos se llevaban oyendo hacía rato y la lluvia estaba anunciada, pero de pronto un repiqueteo extraño empezó a sonar y cuando me quise dar cuenta las bolas de granizo se colaban en casa por el balcón abierto. El ruido se hizo cada vez más intenso, hasta volverse casi ensordecedor. Para mí fue un espectáculo grandioso porque no he vivido un granizo así en mi vida. No puedo decir, como contó otra gente en los medios televisivos, que las bolas de hielo fueran como puños, ni tampoco como pelotas de golf (que Dios les conserve la vista a todos), pero sí que muchas de ellas llegaban a alcanzar los 3 cm. Fígaro huyó despavorido a refugiarse en el cuarto de baño y yo me entretuve en disfrutar del genio de la naturaleza tras los cristales, por cuya integridad temí ante el acoso y la furia del granizo, que duró más de un cuarto de hora. También me preocupé por el coche, sobre cuyo parabrisas rebotaban las bolas para acabar deslizándose por él, amontonándose en su parte inferior. Saqué esta foto sin demasiada esperanza de que se pudiera ver bien lo que estaba pasando, pero me llevé una sorpresa al verla en la pantalla.
Es lo bueno que tiene el otoño (a veces también la primavera), que podemos ser testigos privilegiados de la belleza de la naturaleza y también de su enfado. Velemos por ella.
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15 comentarios:
Pues por bonito que sea, no va a ser igual cantar bajo la lluvia que dar alaridos bajo el granizo.
Un beso!!!!
Sí, quizá lo de los puños es exagerado...Pero yo me hubiera puesto unas copas con esos hielos...
La verdad es que me estoy animando, llevaba unos días decaída por estupideces (claro que estoy en la edad de preocuparme por tonterías), pero ya se me está pasando.
Me he cortado el pelo (hay una foto en mi blog) y me he apuntado a un curso de poesía.
Tengo ganas de empezar el curso, de que llegue el 2 de Octubre y cumplir los 18, y además me fascina tener la autoestima tan alta.
A alguien se lo tenía que contar, y normalmente, escribir es más fácil que hablar.
Un beso!
Ay qué miedo pasé (y mira que a mí me gustan las tormentas)!!
Isabel, te juro que sobre esta zona cayeron pelotas de golf (y fíjate qué curioso, mi hermana vive a medio km de distancia y casi ni se enteró). Fue impresionante, como impresionante es aún andar por la calles y ver cómo quedaron los coches (algunos, que me perdonen, pero es pa mearse de risa, tienen la carrocería completa repletita de hoyos), cristales, persianas rotas (incluída la mía), las aceras eran mantos de hojas, pero sabes qué fue lo que más me llamó la atención a la mañana siguiente? el SILENCIO, llegué a pensar que no se había salvado ni un solo pajarillo. Ufff.
Bueno, me desahogué, gracias hermosa.
Un besazo.
Ah! una cosita más, a mi vecino por culpa de las goteras se le ha caído el techo, se le rompieron 2 cristales del coche y se le inundó el negocio, y sabes lo que me dijo?: Lo perdonaremos todo pq son cositas de Dios!
Jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajjaajajaja, qué tío!
¡qué imagen más chula!
Algunos decían que el granizo era del tamaño de los brazos extendidos, pero esos eran vascos.
No he visto imágenes por la tele pero tu foto demuestra muy bien el tamaño de los granizos. Debió de ser espeluznante para los que les pillara en la calle... pero verlos desde el resguardo de tu casa, una maravilla. Aquí no nos ha llovido desde mayo y todos los dias nos están diciendo que va a caer una tormenta pero hasta hoy (sabado) nada de nada... Seguro que me pilla cuando vaya con mi sombrilla de encaje que uso para el sol... Besotes, M.
la naturaleza encendida y viva y haciendo cosas y ruido es un placerón presenciarla
bs
Aquí la amenazante gota fría quedó en gotita de ná , al menos en mi zona y menos mal.
Vi fotos de la granizada en el blog de Thiago, im- presionante , en dos palabras jajajajaj
Besos, reina guapa y feliz fin de semana :))
La naturaleza es más sabia que nosotros, Isabel. Y anda muy enfadada.
CESC. Pues una de mis asignaturas pendientes, muy peliculera, es gritar desaforadamente al paso de un tren. Lo malo es que los de ahora apenas hacen ruido... Pegar alaridos bajo un granizo lo considero más peligroso, por aquello de que se te quede la cocorota como un tapete de ganchillo. Jajaja.
CLARA, te digo lo mismo que te he comentado en tu blog: estás guapísima.
No sabes lo que me alegra que te sientas animada porque últimamente estabas algo "arrastrailla". Envidia me das cumpliendo 18 y con esa enorme sensibilidad e inteligencia que tienes. Piensa en ti, en lo que te gusta hacer ¡y hazlo! Lo de la poesía me parece de lujo, ya sabes lo que a mí me gusta.
Me encanta que me cuentes cosas, así que no tengo que decirte que mis puertas están siempre abiertas.
Un beso grandísimo y dile a tu madre que no se me esconda. :))
DONCE, eso de que se te rompiera la persiana es una putadita... Yo tuve la suerte de que mi coche quedó intacto, pero a algún impresentable le debió fastidiar y me arrancó un retrovisor lateral. Eso me pasa por no usarlo en Madrid y tenerlo aparcado demasiado tiempo en el mismo sitio, supongo.
En mi barrio (Huertas), de silencio mañanero, nada. Lo que sí vi fue a una tía corriendo bajo el granizo con tacones (tengo que hablar algún día de esto) y se pegaba unos resbalones que ni te cuento; si no llega a ir con un maromo creo que hubiera acabado dándose de morros. Hasta me dio pena.
¡Vaya peazo vecino que tienes! jajaja.
Un besazo, resistidora.
BIPO, ¡qué tremenda eres! Me imagino que sabrás ese chiste que cuenta que un obrero de la construcción se cae desde un edificio de diez pisos y queda tendido en el suelo. Cuando se acercan sus compis a recoger sus supuestos restos, se levanta, se sacude el mono y dice: ¡Joder, porque soy de Bilbao, que si no me mato! (dicho con acento vasco, claro) ¡Me parto! Y es que son un poco así, aunque mis amigos bilbainos son un pasote de morirse de gusto.
Besos, mi niña.
MERCHE, ¡qué romántico queda eso de llevar una sombrilla de encaje para resguardarte del sol! No he podido evitar imaginarte también con un vestido entallado de lazo de raso en la cintura, sombrerito coquetón de paja sombreándote los ojos, zapatos abotinados con cordones y limosnera colgando... ¡Qué peliculera soy! Jaja.
Nada, cariño, que te deseo que llueva para que se limpie la atmósfera y el aire se vuelva limpio.
Besazos, corazón.
AMOR, eso mismo fue, un placerón.
Besotes.
DIANNA. Yo os deseo una lluvita en las Islas, pero una gota fría son palabras mayores. Además, ahora en septiembre es cuando allí se está mejor, con ese mar tan increíble que tenéis... Este mes y el de marzo son mis debilidades, entre otras, claro.
Besotes a ti, reina mora.
PEDRO. Nosotros también somos naturaleza, lo que pasa es que formamos un grupúsculo dentro de ella bastante menos desarrollado pero mucho más violento y destructor. Queremos dominarla y nos sentimos tan "crecidos" que no nos damos cuenta de que acabaremos siendo engullidos por ella.
Besotes.
Hija, el único toque cursi es la sombrilla... Jamás iria con lazos rosas... Estoy loca pero no tanto... Besotes, M.
¡Ay, Merche, cariño, que me parece que te ha molestado el comentario! ¡Si lo último que pretendía era tildarte de cursi! Me parecía una imagen (que sólo la he construido yo en mi imaginación) nostálgica y amable. En ningún caso ha pasado por mi cabeza que pudieras ir así, aunque me hubiese encantado por eso de romper moldes (yo soy un poco así). Nunca pensaría de ti que eres una loca, ni aunque fueses vestida de oso panda.
Dime que no te ha molestado, por fa, que me hace sentirme mal y te tengo un montón de cariño.
Un beso enorme.
Jeje no lo sabía...
¿Has visto alguna vez "Vaya Semanita"?...es genial
hola Isabel, hoy de visitas y de lectura de tu blog, en cuanto a la granizada, donde yo vivo es muy usual en la epoca de verano tras un dia de alta temperatura. Una vez me encontro en camino a casa, menos mal que tengo dura la cabeza.... jajaaja
Saludos
La naturaleza se defiende ante su fin.
Isabel querida, Noooooo no me he sentido ofendida para nada. Al contrario me ha hecho mucha gracia tu comentario y cuando digo que estoy loca es porque lo estoy ¡y a mucha honra! Reconozco que soy excéntrica porque la única que iba por Ibiza con una sombrilla de encaje era yo... pero no AGUANTO el sol. Antes iba con paraguas pero en Londres, en un museo, encontré mi maravilla de sombrilla, luego cuando volví a la isla mi peluquera que había estado en Roma me trajo una china porque sabía que buscaba una sombrilla... ¡qué amorosa! O sea que ahora tengo dos. La de encaje y la china. Estoy feliz. Sigue sin llover... Besotes querida y para nada me ofendo con vuestros comentarios. Besotes, M.
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